La reforma de la OCM del tabaco reduce el cultivo un 20%
La aplicación de la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del tabaco está provocando la drástica reducción del cultivo en todos los países comunitarios. Los recortes van desde el 20% en España hasta su total eliminación en países como Austria o Bélgica. Para frenar esa caída en España, desde el sector productor, Administración y la empresa pública Cetarsa dedicada a la transformación de la hoja, se reclama a las autoridades comunitarias que el actual sistema de ayuda se prorrogue desde 2010 hasta 2103.
La OCM del tabaco se comenzó a aplicar en la campaña 2006. El contenido de la misma responde tanto a la filosofía comunitaria de implantar los pagos desacoplados o sin necesidad de producir, como por la presión de las ligas antitabaco defensoras de la eliminación del cultivo.
En esa línea, se aprobó una reforma por la que las ayudas que venía recibiendo tradicionalmente el sector (en España, casi 9.000 euros por hectárea) se pagan en un 60% ligadas a la producción y el 40% restante como pagos desacoplados hasta 2010. A partir de ese año, y hasta 2013, el 50% de los pagos quedarían desligados de la producción. La otra mitad iría destinada a la puesta en marcha de medidas de desarrollo rural.
Para los sectores ligados al cultivo del tabaco, es indispensable prorrogar al menos el sistema actual hasta 2013. Se considera que si se aplican los nuevos mecanismos, existe el riesgo de acabar definitivamente con todo el cultivo de tabaco, con lo que ello supone de mano de obra y tejido económico en zonas como Extremadura, sin alternativas de producción.
En España, en el primer año de aplicación de la OCM se pasó de 12.000 a poco más de 10.000 hectáreas de cultivo y de 5.287 a 3.700 cultivadores. La producción cayó de 40.500 a menos de 34.000 toneladas. En países como Grecia, donde se optó por el desacoplamiento total de las ayudas, en el primer año de reforma la producción cayó un 80%. En otros países, también con el desacoplamiento total como Austria y Bélgica, el cultivo ha desaparecido
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