Los embargos por no pagar hipotecas suben un 50%
Bancaja no cree alarmante el dato, que resalta las dificultades de las familias
El embargo de viviendas por el impago de las hipotecas comienza a coger revoluciones. El número de ejecuciones hipotecarias aumentó un 50% con respecto a 2006, según datos facilitados por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana. Hasta el 12 de diciembre, los casos de embargos se elevaron a 1.144. El mayor crecimiento se ha producido en la provincia de Valencia, con un aumento del 82%. Bancaja, que comienza a sentir el crecimiento de la morosidad, cree que las cifras no son alarmantes si bien, añade, son indicativas de que existe "un mayor nivel de dificultad" de las familias para asumir los pagos. Los expertos advierten de que el número de morosos seguirá creciendo el próximo año.
La primera caja de ahorros y entidad financiera de la Comunidad Valenciana, Bancaja, ha comenzado a detectar "síntomas de crecimiento" de la morosidad, "en línea con la media del sector financiero". No obstante, fuentes de Bancaja se apresuran a matizar: "Hay que tener en cuenta que venimos de mínimos históricos y fuertes descensos con tipos de interés muy bajos". Bancaja precisa que aunque el aumento de la morosidad muestra con claridad un cambio de tendencia, las cifras "no son alarmantes", si bien indican que existe un mayor nivel de dificultad de las familias para cumplir las obligaciones. "Sin ninguna duda, 2006 ha sido un año de mínimos históricos, por lo que mantener los ratios bajos hubiera sido una situación excepcional". La CAM, la segunda entidad crediticia en la Comunidad Valenciana y primera en Alicante, declinó responder al cuestionario de este periódico sobre este asunto.
Para Fernando Herrero, vicepresidente de Adicae, el crecimiento de un 50% de la morosidad en la Comunidad Valenciana pone de manifiesto la urgente necesidad de adopción de medidas de prevención y mitigación de un creciente sobreendeudamiento familiar que, en su opinión, se muestra cada vez más cercano y real como consecuencia de la subida de los tipos de interés, que repercute en un encarecimiento de las cuotas hipotecarias.Los últimos informes manejados por la Asociación de Usuarios de Bancos y Cajas revelan que las familias destinan al pago de sus viviendas el 54% de sus rentas. En los próximos años, de continuar esta tendencia, muchas de ellas serán incapaces de afrontar las cuotas. De hecho, los expertos vaticinan un incremento de la morosidad.
La provincia que, a tenor de los datos facilitados por el TSJ, experimentó mayor auge de la morosidad fue Valencia con un aumento del 82% (se pasó de 301 ejecuciones en 2006 a 557 en 2007). Bancaja explica este disímil comportamiento en que Valencia concentra más población, mayor número de familias, de deuda familiar y de incidencia. No obstante, apuntan fuentes de la caja, "si hiciéramos series de mayor duración temporal habría más convergencia de datos entre ambas provincias".
Los bancos inician el embargo después de que los titulares no hayan abonado algunas cuotas. Adicae explica que son las entidades las que deciden en qué momento acuden al juzgado para iniciar el embargo. Normalmente, según Adicae, las políticas de las entidades prevén que a los tres meses desde el primer impago se acuda a esta vía. Una vez iniciado el procedimiento y hasta el momento de la decisión judicial de embargo, el consumidor puede paralizar el proceso mediante el abono de las cantidades pendientes. Hasta hace poco esta posibilidad se podía ejercer una sola vez en la vida. Sin embargo, la ley de Reforma del Mercado Hipotecario permite que esa rehabilitación hipotecaria se realice varias veces durante el préstamo.
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