El pleno municipal de Vigo aprobó ayer con los 14 votos de socialistas y nacionalistas el plan general de urbanismo, sin que el proyecto se haya sacudido el estigma de polémica que le acompaña desde sus primeros enunciados. El grupo popular (13 votos) le negó el ansiado consenso pese a ser el principal muñidor del documento, en el anterior mandato.
El BNG contrapone sus planes de desarrollo rural a los de la ministra de Agricultura y candidata del PSOE en Ourense, Elena Espinosa. La organización nacionalista desplegó ayer sus fuerzas en Castrelo do Miño, el único de los 14 ayuntamientos del Ribeiro que gobierna, para presentar el plan de inversiones para esta comarca, dotado con 23,6 millones de euros, como un primer paso para consolidar "los intereses y la posición de Galicia" en el sector del vino.
ÓSCAR IGLESIAS | Santiago
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