El drama del Pórtico de la Gloria
La catedral acoge esta noche la escenificación de la 'Procesión de los Profetas'
La obra dramática que, según los escritos medievales que se conservan, sirvió de fuente de inspiración para el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago arranca esta noche desde el mismo conjunto escultórico que firmó el Maestro Mateo en 1188.
A las 22 horas, los personajes del tímpano central, al margen de su adscripción religiosa -participan también en la marcha el poeta Virgilio y la reina de Saba- descenderán del pedestal en dirección al altar mayor de la catedral, donde 16 cantantes y 12 instrumentistas representarán por cuarta vez el Ordo Prophetarum (Procesión de los Profetas), fijado ya como rito de Navidad en Santiago.
"Hablamos de algo muy popular, de cuando la gente apenas tenía oportunidad de ver teatro", señala el coruñés Francisco Luengo. El director de la obra conviene que la labor de adaptación a la iconografía del Maestro Mateo exigió mucho trabajo. "Con este nivel de reconstrucción se ven muy pocos dramas litúrgicos", dice.
Era un ritual de Nochebuena que se escenificaba en los templos de Europa
"Tenemos un espectáculo único que sólo se puede ver en Compostela"
La Procesión de los Profetas, que se escenificaba anualmente en templos de toda Europa, es un ritual de Nochebuena que dramatiza una homilía atribuida a San Agustín, en la que convoca a los profetas para que testimonien la divinidad de Cristo ante el incrédulo pueblo judío. De la misma tradición son las representaciones, a partir del siglo XV, del Misterio de Elche, la única pieza medieval montada sin interrupción hasta ahora.
El Ordo tradicional, sin embargo, se perdió en la Edad Media, aunque se conservan tres versiones del texto en Francia, en las catedrales de Ruán y Laon y en el monasterio de San Marcial de Limoges.
Esta última, la única que contiene texto y música, es la que sirvió de base para transformar los 10 minutos del drama original en un espectáculo de una hora de duración. La ausencia de pautas escénicas se corrigió con materiales de la época: un himno (Magnis Prophetae) a modo de entrada, la melodía de Nunc dimittis para el profeta Simeón y, para la pagana Sibila, una de las versiones del siglo XIII de la cantiga de Alfonso X De como Santa María rogue por nós o seu Fillo eno día do Juyzo.
En lo relativo a cuestiones de movimiento, gestos e iluminación se siguieron las recomendaciones de Fletcher Collins en su libro La creación del teatro litúrgico medieval. Un presentador de traje y corbata introduce a los personajes para facilitar al público asistente la comprensión de la obra.
"Que Mateo hubiese podido concebir el Pórtico de la Gloria a partir de este drama litúrgico del siglo XII es otra de sus señas de modernidad", explica Luengo. La influencia de estas piezas en la arquitectura religiosa ya había sido documentada en Europa, pero fue Serafín Moralejo, el catedrático de Historia Medieval, el primero en aplicar la idea a la joya arquitectónica del románico.
La idea de volver a intepretar el Ordo surgió del encuentro, en 1991, entre Moralejo y Luengo, encargado entonces de la reconstrucción de los instrumentos musicales que aparecen representados en las escenas del Pórtico. Si el maestro Mateo pudo haber ilustrado en piedra una escenificación del Ordo, Luengo se propuso recuperar la versión en carne y hueso de ese teatro musical petrificado.
Los problemas que impone la puesta en escena de música antigua y teatro medieval se solucionaron en 2004 en la primera representación de la obra reconstruida. De la colaboración entre la Asociación para a Promoción da Música (Actus), la historiadora Mercedes Pintos en labores de producción y la asesoría de Manuel Castiñeiras, con el apoyo del Xacobeo y la concejalía de Cultura de Santiago, salió el primer proyecto del Ordo Prophetarum, con Luengo al frente y Miro Moreira, director del Orfeón Terra A Nosa, en la dirección de voces.
Entonces se celebraron cinco representaciones en las capitales gallegas, culminando el 22 de diciembre en Santiago. Al año siguiente se institucionalizó el 30 de diciembre como día del Ordo en Santiago. "Tenemos un espectáculo único que sólo se puede ver en Compostela", apunta Mercedes Pintos, que destaca la presencia en la representación de hoy de miembros de la asociación Amigos del Románico. "El primer objetivo, trascender Santiago, ya se ha conseguido", afirma.
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