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Limpiar los vertidos de Ercros en Flix costará más de 200 millones

Se necesitarán más de tres años para eliminar el material tóxico

Recuperar el río Ebro a su paso por Flix (Ribera d'Ebre) extrayendo los centenares de miles de toneladas de residuos tóxicos acumulados frente a la fábrica de Ercros costará más de 200 millones de euros a las arcas públicas. El Ministerio de Medio Ambiente abrió ayer la licitación de estos trabajos por 192 millones de euros, a los que hay que sumar más de nueve millones por contratos de asistencia técnica. El plazo de adjudicación acaba en febrero y el proceso durará tres años y medio.

Tres años y tres meses después de que un equipo del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) detallara que los lodos de Ercros tenían sustancias como plomo, mercurio y DDT, ayer la sociedad estatal de aguas de la cuenca mediterránea, Acuamed -dependiente del Ministerio de Medio Ambiente-, abrió el proceso de adjudicación de unos trabajos monumentales por su dimensión. Se requerirán 42 meses para eliminar un millón de metros cúbicos de material tóxico que se ha ido acumulando en el lecho del río desde que, a finales del siglo XIX, comenzó la actividad química en Flix. A mediados del siglo XX, con la construcción de los pantanos de Mequinenza (Zaragoza), Riba-roja y Flix (Ribera d'Ebre), los desechos industriales ya no circularon río abajo, sino que se acumularon a las puertas del embalse de Flix hasta formar una especie de islote perfectamente visible durante años.

En la primera fase de los trabajos, se envolverán los lodos en un caparazón de hormigón reforzado, cuyo objetivo es garantizar que éstos no se filtren al río Ebro mientras dure su extracción. Una vez sellada la zona, comenzará la extracción de material contaminado, que se depositará en un vertedero municipal cercano, el del Racó de la Pubilla. Posteriormente, este vertedero quedará sellado.

El agua del Ebro abastece a más de 500.000 personas en las comarcas del Ebro y el Camp de Tarragona, así como a la industria química tarraconense, a través del llamado minitrasvase del Ebro. Esta tubería transporta 2,5 hectómetros cúbicos anuales de agua del río y mientras duren los trabajos de descontaminación habrá ocho sondas permanentes en Flix que analizarán la calidad del agua.

La Audiencia de Tarragona condenó en 2003 a la empresa Ercros por unos vertidos ilegales efectuados entre 1988 y 1993 (con anterioridad a 1988 no hay legislación sobre vertidos previos). Cinco directivos fueron condenados a seis meses de prisión y multas de 30.000 euros, y aquella sentencia estableció que la empresa debía hacerse cargo de la "responsabilidad civil" de los vertidos, aunque no impuso ninguna indemnización ante la imposibilidad de cifrar con exactitud la cantidad de lodos acumulados. En 2006, una resolución de la misma Audiencia condenó a la firma a asumir económicamente una "parte proporcional de los costes reales del saneamiento del río". Ercros recurrió contra esa resolución argumentando la imposibilidad científica de probar que esos residuos son suyos.

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