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Blair y los inmigrantes polacos dan fuerza al catolicismo en Reino Unido

La Iglesia anglicana cede terreno ante el auge musulmán y de los católicos

Si Enrique VIII levantara la cabeza quizá se revolviera en su tumba. Coincidiendo con el ingreso oficial de Tony Blair en la Iglesia católica, las últimas estadísticas señalan que hay más católicos que anglicanos asistiendo a los servicios dominicales en el Reino Unido. Aunque algunos lo presentan como una novedad histórica, otras estadísticas reflejan que casi siempre ha sido así porque la misa dominical es obligatoria para los católicos, pero no para los protestantes, que suelen ir a la Iglesia entre semana mucho más a menudo que los católicos.

El primer ministro puede nombrar al arzobispo de Canterbury
Sólo Jack supera a Mohamed en los nombres de los recién nacidos
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El aparente auge del catolicismo en el Reino Unido, sin embargo, parece destinado a ser flor de un día. No es que los británicos -con excepciones tan distinguidas como el ex primer ministro- hayan empezado a convertirse en masa al catolicismo, es que en los últimos años han entrado en el país decenas de miles, quizá centenares de miles, de inmigrantes de Europa del Este y la gran mayoría son polacos, un país en el que el 85% de la población es católica.

Pero, por encima de todo, las estadísticas reflejan un brutal declive de la religión en el Reino Unido en el último medio siglo, siguiendo la tendencia a la secularización de Europa occidental. Y si hay una religión con probabilidades de crecer en el futuro entre los británicos es más bien la musulmana: el año pasado, 6.387 recién nacidos recibieron el nombre de Mohamed o alguna de sus diversas variantes, convirtiéndose en el segundo nombre más popular entre los nuevos británicos, sólo superado por Jack (6.772 bebés).

Según un estudio de Christian Research publicado por The Daily Telegraph, 861.800 católicos atendieron cada semana la misa dominical frente a tan sólo 852.000 anglicanos. La noticia, que ha coincidido con la conversión de Blair, ha causado conmoción y ha reavivado el debate sobre el todavía influyente papel de la religión anglicana en la política británica. La Iglesia de Inglaterra sigue siendo "la Iglesia establecida" del país y el primer ministro tiene el derecho a nombrar al arzobispo de Canterbury de entre una terna de candidatos que le presenta la Iglesia. Aunque nada impide legalmente que un católico sea primer ministro -en realidad el último fue Tomás Moro, ejecutado por Enrique VIII por negarse a reconocerle como jefe de la Iglesia de Inglaterra-, la ley sí exige que el monarca sea anglicano.

La realidad es que las dos iglesias están en absoluto declive y que el desgaste de la católica -maquillado ahora por la llegada de los polacos- es incluso más rápido. Según los datos publicados por Christian Research, la asistencia de católicos a la misa dominical era en 1989 el doble que en la actualidad: 1,7 millones frente a los actuales 860.000, mientras que entre los anglicanos ha caído un tercio al pasar de 1,26 millones a 850.000. Aunque la mitad de los británicos dicen no creer en Dios, dos tercios de ellos se declaran cristianos, según el último censo nacional, realizado en 2001. Aunque en ese censo no se especifica el reparto entre las distintas acepciones cristianas, los cinco censos realizados entre 1975 y 1995 revelan una llamativa estabilidad en el número de británicos que se declaran anglicanos (27,2 millones en 1975 y 26,7 millones en 1995) y los que se declaran católicos (5,5 millones en 1975 y 5,6 millones en 1995).

Mientras tanto, el número de británicos que se declaran musulmanes ha pasado de 400.000 en 1975 a 1,5 millones en el censo de 2001.

Estas cifras revelan que, aunque la preeminencia de los anglicanos sobre los católicos sigue siendo de 5 a 1, estos tienden a cumplir más con la liturgia. Ambas iglesias parecen también muy distanciadas en asuntos de gran impacto social: la Iglesia anglicana tiene posiciones mucho más progresistas sobre la homosexualidad, el aborto, la planificación familiar o el papel de la mujer en la Iglesia, temas que siguen siendo tabú para la jerarquía de la Iglesia católica.

Un católico reza con un rosario en la catedral de Edimburgo.
Un católico reza con un rosario en la catedral de Edimburgo.REUTERS

Isabel II llega a YouTube

La reina Isabel II ha llegado hasta el ciberespacio a través de YouTube. El tradicional discurso de Navidad se ha transmitido este año no sólo a través de la radio y la televisión, sino a través de Internet. Los interesados en el mensaje de la soberana tenían a su alcance todo tipo de medios: suscribirse para recibirlo en forma de podcast, descargárselo a través de la página web de la BBC o a través de The Royal Channel, el canal oficial de la monarquía británica a través de YouTube, que abrió a los cibernautas hace casi tres meses y que desde entonces ha recibido la cantidad más bien modesta de 8.981 suscriptores.

Los gestores del canal real han puesto hasta ahora 18 vídeos. El más visto hasta hace muy poco era el que rememora la boda de la desaparecida reina madre, con cerca de 60.000 visitas, seguido de uno sobre la coronación de Isabel II, con 32.000 visitas. Pero la gran bomba ha sido el vídeo sobre el discurso de Navidad de la reina en 1957, el primero en la historia en ser retransmitido por televisión. Colgado en YouTube el pasado día 20, ha tenido más de 400.000 visitas en sólo cuatro días. El mensaje de Navidad de este año está a disposición de los navegantes desde las tres de la tarde del día de Navidad, hora de Londres. A diferencia del resto de mensajes que la reina lee a lo largo del año, el de Navidad no está redactado por el Gobierno, sino por la propia reina

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