Versiones contradictorias sobre abusos a una niña de cinco años
El caso de la niña de cinco años que permanece bajo custodia de la Generalitat por haber sufrido supuestos abusos sexuales reveló ayer contradicciones entre las instituciones responsables. La niña podría no haber sido agredida nunca, según fuentes de la investigación. La menor, nacida en Cataluña y de padres nigerianos, ingresó el miércoles en un centro de acogida después de que el lunes el pediatra le detectase heridas en la vagina en una revisión. La niña ya había sufrido supuestos abusos en agosto, lo que desencadenó una investigación que descartó al padre pero no desveló al culpable.
El lunes volvió a saltar la alarma, pero el pediatra que examinó a la niña no pudo certificar si las lesiones eran recientes o antiguas. La Generalitat decidió retirar la custodia a los padres -la tutela ya la habían perdido en agosto, aunque la niña seguía viviendo con ellos- e ingresó a la niña en un centro de acogida. Los profesionales que llevan el caso señalaron que la niña nunca ha sido objeto de malos tratos. Apuntaron, en cambio, que las lesiones pudieron ser causadas por ella misma de forma fortuita por algún juguete u objeto, e incluso por una infección como consecuencia de una falta de higiene.
Fuentes de la Generalitat ven esta hipótesis "poco probable" y, basándose en informes médicos, mantienen que la menor fue objeto de abusos de un adulto. Admiten, eso sí, que las heridas detectadas el lunes pueden ser las mismas halladas en agosto. Un juzgado de Barcelona ordenó ayer que la menor sea examinada por un médico forense. Por su parte, los Mossos d'Esquadra siguen descartando la autoría del padre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.