Del armario, al cubo de la basura
Reciclar juguetes en buen estado, una aventura cada año más difícil
Cumplir alguno de los deseos de los Reyes Magos se está convirtiendo en una misión casi imposible. Cada cinco de enero, antes de la recepción a los niños de los Magos de Oriente, estos les recuerdan que deben regalar algunos de sus juguetes que ya no utilizan a los menos afortunados. Probablemente ya no lo hagan. Si un ciudadano llama a los ayuntamientos o a los servicios 010 de información de las capitales, les informarán que no hay ningún servicio de recogida. En Bilbao, con buena voluntad, apuntan que tal vez en Cáritas, pero que no lo saben. En Vitoria advierten de que este año la Cruz Roja sólo admite juguetes nuevos. De nada sirven los años de educación para regalar ni las llamadas ecológicas. En San Sebastián dicen no tener idea de que exista alguna campaña de recogida e invitan a preguntar en alguna parroquia.
Los padres critican que se rechacen rompecabezas en buenas condiciones
En la sociedad del reciclado, los juguetes que no se usan están prácticamente condenados a la basura. Andoni de Saratxo, de Cruz Roja en Guipúzcoa, asegura que en este territorio se recogen juguetes nuevos y usados en buenas condiciones. Reconoce que los abusos -algunos donantes han llevado incluso "pelotas de tenis peladas"- han hecho que se insista en los juguetes nuevos.
"Como todos los años, separé con mis hijos los juguetes en buenas condiciones y me fui a la Cruz Roja, donde no me los cogieron. No estoy dispuesto a comprar un juguete malo para regalar, cuando quiero entregar unos juguetes que ya no sirven a mis hijos por edad y no me los quieren coger. No me dedico a traer juguetes en mal estado, esos se van a la basura", señala Jorge, un padre dos hijos indignado de que le rechazaran incluso rompecabezas en buen estado. Solamente los padres muy concienciados buscan un lugar donde evitar que los juegos vayan a la basura. Jorge, por ejemplo, tras varias vueltas, fue al Garbigune de Vitoria, donde unos operarios con conciencia se han negado a tirar los juegos en buen estado, los reciclan y los envían a una ONG. Esta iniciativa no se publicita en la radio como sí lo hace, con apoyo municipal en Vitoria, la campaña de Cruz Roja de juguetes nuevos.
Luis, otro padre de dos hijos, ha optado por acudir a Remar, un centro cristiano evangélico que no rechaza nada. Probablemente, uno de los sitios ejemplares para que padres, madres y niños se busquen la vida es el mercadillo organizado por Begi Berriak, que ayer se celebró en Barakaldo, donde se pudo dejar juguetes en buenas condiciones y comprar otros usados.
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