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Reportaje:Cumbre del Clima en Bali

Kioto agoniza. Se busca sucesor

La Cumbre del Clima intenta renovar el pacto anticalentamiento - Los países ricos piden a los pobres que bajen sus emisiones y éstos, ayudas en contrapartida

El mundo se juega mucho en Bali. La política y la ciencia se dan desde hoy la mano en la isla indonesia, donde se reunirán delegados de 150 países. Porque política es intentar un pacto mundial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2015. Ese ambicioso acuerdo parte de las previsiones de los científicos de que, si no se hace nada, el planeta se calentará por encima de lo aceptable. Kioto termina en 2012 y en Bali se busca un acuerdo mucho más ambicioso que lo sustituya dentro de cuatro años.

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El Protocolo de Kioto, el tratado internacional mil veces vilipendiado, será recordado como el primer esfuerzo mundial para frenar el cambio climático. Fue en la ciudad japonesa un 11 de diciembre de 1997 cuando, tras años de negociaciones, 36 países ricos se comprometieron a reducir en 2012 un 5,2% sus emisiones respecto a 1990. Al pacto no se sumaron ni EE UU ni Australia, un lastre que muchos intentaron usar para desacreditar el acuerdo.

Pese a todo, Kioto ha cumplido. Aunque las emisiones en el mundo aumentan (un 24% desde 1990), los países desarrollados ya las están frenando. Ahora, la comunidad internacional, reunida bajo mandato de Naciones Unidas y rodeada de fuertes medidas de seguridad, se enfrenta al reto de renovar el acuerdo. Durante dos semanas, 15.000 delegados negociarán la hoja de ruta para que el 1 de enero de 2013, sin un sólo día de parón, un nuevo acuerdo sustituya al de Kioto. De Bali no saldrá un compromiso, pero sí las bases para el acuerdo, que se debe alcanzar en Varsovia en 2008 o en Dinamarca en 2009.

"Estamos en una senda catastrófica y la comunidad científica ha lanzado a los políticos un mensaje claro: que el cambio climático se puede frenar y que actuando ahora se podrán evitar muchos de los impactos catastróficos del calentamiento", sentenció ayer en Bali el responsable de Naciones Unidas para el Cambio Climático, el holandés Yvo de Boer, el tipo enérgico y a veces cortante que presidirá la cumbre.

El informe final del IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático), aprobado el 17 de noviembre en Valencia, concluye que las emisiones tienen que bajar antes de 2015. Estos gases, principalmente el CO2 procedente de la quema de combustibles fósiles, se acumulan en la atmósfera y retienen parte del calor que emite la Tierra. Como resultado, el planeta se calienta, algo que ya no pone en duda ni EE UU.

Uno de los retos de Bali es conseguir que los países en desarrollo se unan a la lucha. Sin China, ya el primer contaminante del mundo, India o Brasil, no se puede conseguir una reducción de emisiones. Kioto no les incluyó, ya que estaban muy lejos del consumo de energía del primer mundo. Además, como el calentamiento se debe a las emisiones de los países ricos en los últimos 250 años, no parecía justo limitar el crecimiento económico de países en desarrollo que no habían causado la situación. Las cosas han cambiado y ya no se puede afrontar problema sin estos gigantes.

Pero estos países llegan a la cumbre reclamando ayudas, miles de millones. Los que poseen grandes masas de bosque que retienen CO2 (Brasil, Ecuador o Indonesia) piden dinero para mantenerlos. No se trata de cobrar por reforestar, sino por evitar la deforestación, que es responsable de un 20% de las emisiones. En 1997 no consiguieron esas ayudas, pero de Bali pueden salir con los criterios para conseguirlas. El Banco Mundial va a presentar un proyecto sobre cómo financiar la "deforestación evitada".

China exige inversiones en energías renovables. Argumenta que si emite mucho es porque produce muchos productos muy contaminantes, como el acero, que se consumen en el primer mundo. India pide a los países ricos que "arrimen el hombro". En el fondo subyace el miedo a que "la descarbonización de la economía" (los neologismos surgen como setas en estas cumbres) reduzca su crecimiento.

Los países en desarrollo encuentran el argumento perfecto en la actitud de EE UU. Cada estadounidense emite cinco veces más que un chino y no están sujetos a ninguna restricción. De Boer afirmó ayer que "no tiene sentido un acuerdo que no incluya a EE UU" y aunque no es previsible que la Administración de Bush abrace ahora la causa ecologista, tampoco es probable que la obstaculice. En Valencia, apoyó un texto que no sólo culpa al hombre del cambio climático sino que hace un reconocimiento a la labor del Protocolo de Kioto.

Bush está cada vez más solo, y la comunidad internacional ya le ve como un interlocutor prescindible. Se ha quedado al margen demasiado tiempo de una gran negociación multilateral -extraña situación para la primera potencia mundial. En la cumbre de Polonia de 2008 Bush estará en funciones, y en 2009, en el momento decisivo habrá otro presidente. Y puede que éste sí acepte la propuesta que la UE lleva a Bali de reducir las emisiones hasta un 30% para mitigar el cambio climático.

EE UU se aísla

- En Bali poco se espera de la Administración de George W. Bush. Por un lado, se ha quedado solo contra el protocolo de Kioto y ya ni intenta bloquear estas cumbres aunque mantiene que no puede haber topes obligatorios para la emisión de gases. Ésta será la última cumbre de Bush y el resto de países miran ya a la carrera electoral de EE UU para atisbar el futuro.

Brasil reivindica

- Lula da Silva llega a Bali con las ideas claras: "Los países ricos tienen que saber que en Bali vamos a discutir sobre el precio que deben pagar para que los pobres mantengamos los bosques". En 1997 Brasil no logró ayudas por mantener la Amazonia, uno de los grandes sumideros de CO2, y Lula, que ha conseguido al menos reducir el ritmo de deforestación, vuelve a la carga en Bali.

China se resiste

- Las miradas están puestas en China, el gigante cuyas emisiones crecen a un ritmo descomunal por las centrales de carbón. Sin su concurso, el calentamiento no se podrá frenar, pero China, como India, mantiene que no puede reducir sus emisiones, que necesita miles de millones de ayudas en tecnología y menos propiedad intelectual para limitar sus emisiones.

Europa lidera

- Europa ha liderado desde el principio la lucha contra el cambio climático. Y lo ha hecho por convencimiento, necesidad (su dependencia del exterior es enorme) y por política, por contrarrestar la hegemonía de EE UU en el mundo. A Bali llega con una potente propuesta en la que se compromete a reducir un 20% sus emisiones en 2020 y hasta un 30% si se suman otras potencias.

Australia cambia

- Australia, muy afectada por la desertización, es el único país desarrollado que, junto a EE UU, no ratificó el pacto de Kioto; ha cambiado radicalmente su posición. Kevin Rudd, el primer ministro electo, ha anunciado que ratificará el tratado y eso deja a Bush en la absoluta soledad. Por eso, y aunque no reducirá sus emisiones ni presentará una gran propuesta, en Bali será uno de los países estrella.

México ayuda

- México puede llegar a ser uno de los países clave en las próximas negociaciones, ya que ofrece una vía intermedia dentro de los países que no contaminan demasiado. El Gobierno de Calderón pide ayudas por la deforestación evitada pero además acepta que los países en desarrollo tengan límites en la emisión de gases de efecto invernadero aunque estos topes no sean obligatorios.

Arabia entierra

- Los productores de petróleo, liderados por Arabia Saudí, apuestan por seguir consumiendo petróleo a gran escala. A Bali llega con un fondo de 3.000 millones de dólares para investigar en el almacenamiento de CO2, una tecnología con gran potencial para reducir las emisiones. Se trata de capturar el CO2 y almacenarlo bajo tierra. La OPEP teme que se reduzca el consumo de carburante.

Las islas alertan

- La voz de alarma en Bali llegará de la Alianza de los Estados de Pequeñas Islas, los países más amenazados por la subida prevista del nivel del mar. Estos quieren que Bali admita que el calentamiento amenaza los derechos humanos y critican que incluso el compromiso de reducción de emisiones que se podrá pactar no evitará que el mar suba lo suficiente como para anegarlos.

Indonesia arde

- La deforestación se está comiendo Indonesia. El cultivo de palma para biocarburantes y los incendios hacen que uno de los países con más selva vea cómo cada día desaparecen miles de hectáreas. Indonesia organiza la cumbre en parte para alertar sobre el problema y para pedir, como Brasil o Ecuador, ayudas para los países con grandes masas de árboles sólo por mantenerlas.

Rusia propone

- Rusia presentará en Bali su propuesta sobre la adopción de compromisos voluntarios por parte de los países en desarrollo. Aunque el Ejecutivo de Vladimir Putin tardó en ratificar Kioto, después se dio cuenta de que podía vender derechos de emisión y ganar dinero y prestigio. En la última cumbre del clima esbozó su propuesta para implicar a los países en desarrollo.

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