"Vivimos una crisis de salud sexual que favorece la infección por VIH"

Daniel Zulaika (Zarautz, 1951), coordinador del Plan del Sida de Osakidetza y presidente de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida), repasa la realidad del VIH en Euskadi y los retos para combatir esta epidemia coincidiendo con la celebración, ayer, del Día Mundial contra el Sida.

Pregunta. ¿Cuál es la fotografía actual del VIH en Euskadi?

Respuesta. La epidemia del VIH está estabilizada desde hace seis años en unas 150 nuevas infecciones anuales. El 55% de las personas se infecta por prácticas heterosexuales; el 25%, por prácticas homosexuales y el 15%, por compartir jeringuillas. Una de cada tres nuevas personas infectadas es inmigrante. Y el 40% de los ciudadanos a los que se les diagnostica la infección lleva entre cinco y diez años afectado.

P. ¿Cuál es la proporción de hombres y mujeres?

R. El 67% de los nuevos diagnosticados son hombres y el 33%, mujeres. Poco a poco se está produciendo una feminización de la epidemia.

P. ¿La situación de estabilidad es común al resto de España y de Europa?

R. La fotografía en España es más o menos la misma, pero no se repite en otros países europeos, como Gran Bretaña. Allí, de 1999 a 2005, las nuevas infecciones han subido de 3.100 a 6.700. Está ocurriendo lo mismo en Bélgica y otros países.

P. ¿Por qué?

R. Está habiendo un repunte en el colectivo gay, acompañado de otras infecciones, porque los grandes brotes de sífilis se están dando entre los homosexuales. Y, por otra parte, están los inmigrantes.

P. ¿Los homosexuales han relajado la prevención?

R. La década de los noventa fue la del sexo seguro por el alto índice de mortalidad por sida. Con el inicio de los cócteles retrovirales en 1997, la mortalidad va disminuyendo. El colectivo gay, que fue el primero que adoptó medidas preventivas, es el primero en abandonar el sexo seguro. En salud pública, en general, siempre que se da un paso adelante en los tratamientos, se dan dos pasos atrás en la prevención.

P. ¿Y qué ocurre con los inmigrantes?

R. Nos preocupan especialmente los inmigrantes por su vulnerabilidad económica y social. Por eso es uno de los colectivos sobre el que más vamos a trabajar la importancia de la detección temprana, para intentar que el hecho de que tengan menos medios y poder social no haga que pierdan salud.

P. ¿Teme que el repunte de infecciones en Europa se extienda al País Vasco?

R. En Euskadi y el resto de España hay una enfermedad que había desaparecido y que en el último lustro se ha disparado: la sífilis. Los síntomas de las infecciones de transmisión sexual clásicas aparecen a los pocos días o semanas. Pensamos que hay mucha gente que también se está infectando por VIH, pero como los síntomas aparecen más tarde... La crisis de salud sexual en la que estamos inmersos está favoreciendo que el VIH siga diseminándose. Además, las úlceras que producen la sífilis y la gorronea favorecen la entrada del VIH en el torrente sanguíneo. Con lo cual, es previsible que a corto y medio plazo se dé un aumento de las nuevas infecciones.

P. ¿Es preciso, por tanto, insistir en la prevención?

R. A esta epidemia hay que enfrentarse con una mentalidad de corredor de fondo. Si es difícil el cambio de hábitos, más difícil aún es que se mantenga en el tiempo. Sí, hay que incidir en la prevención.

P. ¿Hay que olvidarse por el momento de la posibilidad de una vacuna?

R. Sí. Es muy difícil.

P. Sí se han dado avances en los tratamientos.

R. Los antiretrovirales han hecho descender la mortalidad a la décima parte. Además, en los últimos cuatro años han aparecido tres nuevas familias de medicamentos y ya existen seis. El futuro del tratamiento de los seropositivos está garantizado. La resistencia del virus no ha sido tan importante como creíamos y, encima, tenemos en la recámara más antiretrovirales por si apareciera.

P. ¿Cuál es el índice de mortalidad en Euskadi?

R. Si en este momento hay 4.000 personas en tratamiento, cada año fallecen 40.

P. ¿Ha dado frutos la técnica del lavado de semen para que los varones seropositivos puedan tener hijos?

R. Se han logrado ya cinco embarazos.