La autopsia revela que la niña Jessica murió de forma súbita

La niña vasca Jessica, fallecida el pasado 12 de octubre en un albergue de Cabrera de Mar (Barcelona) cuando estaba de colonias, murió de manera "natural y súbita" a causa de una "insuficiencia respiratoria aguda por bronconeumonía bilateral".

Así lo revelan los resultados definitivos de la autopsia y de las pruebas toxicológicas realizadas al cadáver y a partir de las cuales el Juzgado de Instrucción número 2 de Mataró ha acordado el archivo del caso.

Jessica falleció tras ser asistida en dos centros médicos, sin que en ninguno de ellos se le apreciaran dolencias graves. El primero fue un ambulatorio de Olesa de Montserrat, al que acudió la mañana del 11 de octubre al sentir dolores estomacales. Por la noche no cesaron las molestias y la niña fue visitada en otro centro médico de Vilassar de Mar, donde se le diagnóstico una gastroenteritis viral y se le prescribió un jarabe. A la mañana del día siguiente empeoró y falleció en el albergue en el que se encontraba, sin que los servicios médicos que acudieron a reanimarla pudieran evitar su fallecimiento. Los padres de la pequeña cuestionaron desde el primer día la asistencia médica que recibió la niña en los dos centros médicos y anunciaron que recurrirán el archivo del caso ante la Audiencia de Barcelona y que reclamarán más pruebas. Aseguran que su hija nunca fue tratada de la bronconeumonía aducida como causa de la muerte.

La familia también exige que se investigue si el fallecimiento pudo evitarse a través de un diagnóstico temprano de la bronconeumonía, "teniendo además en cuenta que la neumonía suele aparecer cuando el cuerpo está debilitado debido, entre otras cosas, a enfermedades respiratorias o infecciones virales".

Los padres, que se han mantenido en silencio a la espera de la autopsia, creen que para diagnosticar esa dolencia se deberían realizar otras pruebas como radiología del pecho, análisis de sangre, un cultivo de esputo -examinar las flemas expulsadas por la tos- o una pulsioximetría -medir la cantidad de oxígeno en la sangre-. Por ello insisten en que se debe ahondar en la asistencia médica que recibió Jessica y reabrir el caso.