Conducir sin contaminar

Andar, pedalear y utilizar el transporte público. Éstas son las opciones más ecológicas a la hora de moverse, en especial por las ciudades. Sin embargo, siempre habrá desplazamientos en los que no haya más remedio que utilizar el vehículo propio. En este caso, ¿cuáles son los coches más ecológicos?

El vehículo más ecológico será aquel que utilice como combustible hidrógeno producido a partir de energías renovables. Pero faltan aún muchos años para que este gas obtenido a partir de la disociación del agua en sus dos componentes (oxígeno e hidrógeno) llegue a los motores. La pista, de momento, hay que seguirla por otro lado.

El próximo año entrará en vigor el nuevo impuesto de matriculación de vehículos, que ayudará en parte a orientarse por este ca¬¬mino. Con la mirada puesta en el Protocolo de Kioto y la obligación de ahorrar energía y reducir desde todos los frentes las emisiones de dióxido de carbono (CO2) se apli¬¬carán nuevas tasas, de las que se beneficiarán especialmente aquellas personas que adquieran automóviles que emitan por debajo de 120 g/km de CO2. Para estos casos se exime directamente de la obligación de pagar el impuesto. Ese mismo límite es el que en estos momentos quieren fijar como máximo el Parlamento Europeo y grupos ecologistas de aquí al año 2012. En la actualidad, gran número de vehículos de los segmentos mini y pequeños cumplen ya con este requisito. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), existen 52 modelos (40 de gasóleo y 12 de gasolina) que no superan esos 120 g/km y que quedarían exentos del impuesto. Se pueden rastrear marcas y modelos en la página web de este organismo: www.idea.es.

A falta de una normalización europea, conviene fijarse también en la etiqueta energética que, de forma opcional, exponen algunos concesionarios y que se elabora según criterios establecidos por el IDAE. Al ser pocos los establecimientos que ofrecen esta información, hay que echar mano del portal mencionado, en el que aparecen las etiquetas de todos los modelos puestos a la venta en España. Es la misma que lucen los electrodomésticos y que califica a los coches de más eficientes (clase A) a menos (clase G). Nueva pista: las peores calificaciones caen del lado de los todoterrenos, turismos de gran cilindrada y deportivos, vehículos que el propio sentido común nos dice que no son los menos contaminantes.

Con estos dos parámetros (bajas emisiones y mayor eficiencia energética), las pesquisas nos llevan a concluir que en la actualidad hay pocos modelos grandes que sean de clase A y a la vez presenten un nivel de emisiones por debajo de los 120 g/km. Dos de ellos son los híbridos Prius de Toyota y Civic de Honda, cuyos precios rondan los 25.000 euros. Ninguno supera ni tan siquiera los 110 g/km y el consumo medio no alcanza los cinco litros por kilómetro. La combinación de un motor de gasolina y otro eléctrico favorece el ahorro energético y, por tanto, la reducción de la contaminación. Ambos modelos cuentan con otras ventajas ambientales: la posibilidad de reciclar la mayoría de sus piezas y una notoria reducción de los niveles de ruido y de otras sustancias contaminantes.

Cualquier coche puesto hoy día en el mercado debe cumplir varias normas que van en la misma dirección de reducción de su impacto ambiental. Otra manera de contribuir a este menor impacto es que los de¬¬pó­sitos de gasolina y gasoil acepten, res¬¬¬pec¬ti¬va¬mente, bioetanol y biodiésel, dos combustibles derivados de biomasas agrícolas y de aceites vegetales que aportan una menor carga contaminante que los provenientes del petróleo.