Sanidad aguanta el pulso sindical y aprobará el convenio sin apoyo
La dirección de Osakidetza se encontró ayer con una mesa sectorial -órgano en que se sienta con los representantes de los 24.000 trabajadores de la mayor emprsa de Euskadi- prácticamente vacía. Sólo el Sindicato Médico de Euskadi (SME) acudió a la última y definitiva cita para cerrar el acuerdo de condiciones laborales en la sanidad vasca para el periodo 2007-09. Y lo hizo porque previamente -en junio pasado- ya había suscrito un acuerdo con el Servicio Vasco de Salud que responde a las reivindicaciones que le llevaron a mantener una huelga antes del verano. El resto de centrales, que representan al 90% de la mesa, no respondió a la llamada. Con el plante quiso escenificar su rechazo al convenio propuesto.
Osakidetza firmó el acuerdo con el SME y en las próximas semanas lo refrendará por decreto. Llegará con el tiempo justo para incorporarlo al proyecto de presupuestos para 2008. Sanidad opta así por aguantar el pulso con los sindicatos, que le han augurado "tres años de conflictividad", los que debe durar el convenio. Para demostrar su determinación, no incorporará al decreto ninguna de las mejoras que había previsto, al margen del acuerdo con el SME. De esta forma, se cae la carrera profesional para todos los colectivos (médicos y enfermeras ya cuentan con ella), la retribución complementaria de la antigüedad y algunas medidas encaminadas a fomentar la conciliación de la vida laboral con la familiar.
Aún quedan unos días para que el Consejo del Gobierno dé luz verde al decreto. El Servicio Vasco de Salud espera que las centrales recapaciten y se sumen al acuerdo, con lo que todas las mejoras ofertadas pasarían automáticamente a formar parte del mismo.
Primeras movilizaciones
El plante de las centrales y la decisión de Osakidetza de aprobar el decreto sin el apoyo de la mayoría sindical supone un paso más en el ciclo de conflictividad que mantienen ambas partes en los últimos años. Sin embargo, los representantes de la plantilla interpretan que Sanidad ha traspasado una barrera con su decisión, ya que sólo cuenta con el respaldo de un 10% de la mesa (la representación del SME) y el acuerdo con los médicos fue suscrito a sus "espaldas". Con estos ingredientes, han anunciado un "otoño caliente", probablemente plagado de movilizaciones, lo que complicará el normal funcionamiento de los servicios sanitarios. Las primeras ya han sido convocadas en todos los hospitales y ambulatorios para el próximo miércoles.
Osakidetza mantiene que su oferta en conjunto contenía medidas para todas las categorías profesionales, no sólo para los médicos, como le reprochan las demás centrales. "Había compromisos concretos que seguían situando a los trabajadores" a la cabeza de las condiciones laborales de todos los servicios de salud del Estado, recalcó ayer.
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