'Superneuronas' para tratar el Parkinson
Un banco de células madre en San Sebastián creará neuronas productoras de dopamina
Crear neuronas productoras de dopamina a partir de células madre de la piel, e implantarlas a personas enfermas de Parkinson como tratamiento es el objetivo de la futura Unidad Funcional del Parkinson. Este banco de células dopaminérgicas, que se ubicará en la Policlínica de Guipúzcoa, es un proyecto financiado por la Kutxa, en el cual interviene la Fundación Inbiomed y otros cuatro centros españoles: el hospital Virgen del Rocío, de Sevilla; el Centro de Investigación Médica Aplicada de Pamplona; el Príncipe Felipe de Valencia, y el Parc de Recerca Biomédica de Barcelona.
Se trata de encontrar la supercélula, la candidata ideal para convertirse en una neurona productora de dopamina. Las candidatas son tres tipos de células: células madre embrionarias, células madre de la piel y células madre a las que se transferirá material genético de pacientes enfermos. De hecho, la Fundación Inbiomed ya ha logrado crear neuronas a partir de células de la piel. El siguiente paso sería hacer que produzcan dopamina. Según Gurutz Linazasoro, neurólogo de la Policlínica de Guipúzcoa, esta terapia celular sería más eficaz que los fármacos que actualmente se utilizan, ya que no tendría sus efectos secundarios y los resultados serían de larga duración.
La enfermedad de Parkinson es consecuencia de la degeneración progresiva de las neuronas del cerebro encargadas de generar dopamina, el neurotransmisor que informa a los centros de control del movimiento y coordinación del organismo, y en cuya ausencia aparecen los síntomas de esta enfermedad neurodegenerativa, como temblor o debilidad y rigidez muscular. Un enfermo de Parkinson en fase inicial produce la mitad de dopamina que una persona sana. En sus fases más avanzadas, el enfermo produce un 95% menos. En la actualidad, el tratamiento para cubrir esta falta de dopamina consiste en administrar fármacos, como la levodopa y los agonistas dopaminérgicos.
"El problema es que estos medicamentos no reponen la dopamina a nivel fisiológico, no hacen que sea el propio organismo del enfermo el que la produzca de forma modulada, lo que conlleva problemas como el on/off, es decir, que hacen que el enfermo esté bien cuando se los ha tomado, pero que cuando baja su efecto y, por tanto, el nivel de dopamina, el paciente vuelve a debilitarse y a sufrir problemas motores", explica Linazasoro. "Además, los fármacos se distribuyen por todo el cerebro y afectan a otras zonas no deseadas, lo que ocasiona efectos secundarios como problemas psiquiátricos". Con este proyecto se espera obtener células que producirían dopamina de forma modulada y continuada, y que se implantarían en el paciente justo en la zona del cerebro afectada.
El implante de células productoras de dopamina es una línea de investigación en la que los investigadores confían. "Otros equipos están trabajando en ello. Por el momento, se han practicado trasplantes con células que se obtienen de la sustancia negra de fetos y del cuerpo carotídeo". También se ha trabajado ya con células madre embrionarias trasplantadas a modelos animales, aunque los resultados muestran demasiados efectos secundarios.
Estas investigaciones también han demostrado que el cerebro reacciona y rechaza con gran facilidad el implante de nuevas células. Para luchar contra este rechazo, los investigadores de este nuevo centro investigarán con técnicas de nanotecnología y nanomateriales que permitan lograr que sobrevivan.
En España, unas 100.000 personas sufren Parkinson. La previsión es que entre 2025 y 2030 esta cifra se haya duplicado como consecuencia del aumento de la esperanza de vida.
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