Un matadero impide el proyecto termal del gobierno orensano

La gran zona termal que el gobierno local diseña para Ourense está presidida por un anticuado matadero. El plan estrella del BNG ha encontrado un nuevo escollo en el matadero municipal, una obsoleta nave de los años 70 denunciada innumerables veces por verter residuos animales al Miño y por los malos olores que genera, se yergue al lado de A Chabasqueira. Justo, en el terreno en el que los nacionalistas quieren edificar un hotel balneario.

Las opciones son pocas. La búsqueda de suelo alternativo se presenta complicada, según reconoció ayer Ana Garza, la concejala responsable de esta área municipal. Y otra dificultad: éste no es el único matadero ubicado en la zona turístico-termal de entrada a la ciudad, plagada de termas. En el mismo entorno se sitúan las naves de otros dos mataderos privados.

Las más de 1.700 reses que se sacrifican al mes en este depósito municipal, uno de los de mayor actividad de Galicia, ocupan terreno termal. "No puede estar aquí", explicaba ayer la concejala nacionalista en su primera toma de contacto con la empresa concesionaria. Emilio González, el empresario que asume la concesión, asentía y mostraba su disposición a un traslado inmediato al tiempo que animaba a la edil a que iniciara los trámites para la creación de un centro de la carne de Galicia en Ourense. "Ahora que esta concejalía y Medio Rural son del mismo partido puede haber subvenciones", razonaba el empresario.

Pero Garza tiene prisa por liberar este espacio. La opción del PSOE local, que presentó diversas mociones instando al traslado de estas instalaciones al parque empresarial de Santa Mariña, tampoco es valorada por el BNG. "El Plan Xeral de Ordenación municipal está aquí, como en general, mal redactado", señala la concejala, quien advierte de que no se contempló en él el abastecimiento de agua y, lo que es peor, "ni siquiera la financiación".

De esta forma, el BNG se encuentra con un nuevo obstáculo que sumar a la negociación que deberá afrontar con la empresa Xardín das Burgas, propietaria de 20.000 metros cuadrados de terreno, también termal, en As Burgas y con licencia municipal para edificar un macrohotel, paralizado por Patrimonio al declarar Bien de Interés Cultural ese entorno. La empresa reclama ahora al Ayuntamiento el doble de los seis millones de euros de inversión que asegura haber realizado.

Mientras los departamentos municipales del BNG se preparan para hacer frente a estas inconveniencias, la federación de vecinos Limiar -históricamente adepta al PP- ha anunciado ya que aprovechará su posibilidad de expresarse en el pleno de mañana, viernes -facultad que se concede por primera vez a los vecinos a través de la ley de grandes ciudades- para advertir de la "temeridad" de construir un hotel termal de cinco estrellas en el edificio de la antigua cárcel. Desde la federación reclaman un hotel de inferior categoría "para que todos" puedan ir a él y no sólo los turistas "con poder adquisitivo".