El cardenal Cañizares acusa al Gobierno de ir contra la sociedad

No hay tregua de los obispos contra el Gobierno por la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Ayer respondieron con severidad a la advertencia del presidente Rodríguez Zapatero de que "ninguna fe se puede imponer a las leyes de la democracia". El líder del PSOE lo dijo el domingo pasado, en su discurso de clausura del congreso de las juventudes de su partido, en respuesta a la llamada de la jerarquía del catolicismo español a la objeción de conciencia contra la discutida asignatura.

"El laicismo tampoco puede estar por encima de la ley", le respondió ayer el cardenal Antonio Cañizares. El presidente del episcopado y obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, sentenció, por su parte, que la fe "se propone" y no "se impone" con una asignatura.

Cañizares, arzobispo de Toledo, primado de España y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, reiteró su oposición a la asignatura de Ciudadanía durante su intervención en el curso Benedicto XVI: pensamiento y propuesta en el II aniversario de su pontificado, organizado por la Fundación Universidad Rey Juan Carlos. "El Estado no puede imponer una formación moral que no haya sido elegida por los padres", dijo. Reiteró, además, que la objeción de conciencia contra la nueva asignatura es un "medio legítimo reconocido y garantizado por el Tribunal Constitucional".

Cañizares acusó al Gobierno "de ir en contra de la sociedad" y defendió el papel de la Iglesia "como impulsora de los derechos humanos". También calificó de "estupideces" las palabras del secretario general de la UGT, Cándido Méndez, en las que éste le tildaba de "hechicero en la tribu del PP".

Contra las libertades

Para el cardenal Cañizares, Educación para la Ciudadanía "atenta contra las libertades" y es "incompatible con la fe cristiana" por lo que "esta asignatura no puede imponerse al 80% de los padres que piden educación religiosa católica para sus hijos". En alusión a las declaraciones de Rodríguez Zapatero, el cardenal manifestó que "en España la fe no se impone sino que respeta los derechos fundamentales de los padres, reconocidos y garantizados en el artículo 27.3 de la Constitución".

El presidente de la CEE, el obispo Blázquez, fue más cauto en su respuesta al Ejecutivo. Después de asistir a un desayuno del Foro de la Nueva Sociedad con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, de protagonista principal, Blázquez se refirió a la implantación de la asignatura de Ciudadanía en tono conciliador. "Nosotros, los católicos, estamos muy de acuerdo con la Constitución, según la cual el Estado es aconfesional, y es aconfesional para creyentes y no creyentes, de una religión y de otra, para que podamos desarrollar la libertad religiosa a la que tenemos derecho", afirmó.

La vicepresidenta había avisado poco antes a la Conferencia Episcopal de que, en un Estado democrático, el "peso de la ley" recae sobre quien no la cumple.