Carne de 'label' sin 'label'
Vacuno con precintos de Euskal Okela se vende en grandes superficies y carnicerías 'halal' - La Fundación Kalitatea dice que sólo garantiza el producto en comercios autorizados
En pura teoría, para comprar carne de vacuno con el label de Euskal Okela -la etiqueta de calidad que da la Fundación Kalitatea, dependiente del Gobierno vasco- hay que acudir a las carnicerías autorizadas; más de 200 en todo Euskadi. Sin embargo, si uno es aficionado a la carne halal (de animales sacrificados según la ley islámica, por degollamiento), también puede encontrar vacuno con label en este tipo de carnicerías.
Euskal Okela asegura que solamente el 70% de la carne clasificada como 'label' se vende luego como tal
Parte de la carne de de 'label' se sacrifica por el rito musulmán sin que figure en el etiquetado
Incluso es posible encontrarla bajo la marca Bertako Produktuak en varios Carrefour del País Vasco. En estos establecimientos visitados por EL PAÍS, se ha podido ver el género despiezado con las etiquetas de prelabel de Euskal Okela y también con los precintos que clasifican la carne, tras el análisis de los veterinarios, como Euskal Okela.
Incluso se puede redondear la comprobación anotando el número de crotal que identifica al animal y cotejándolo en la página web de la Fundación Kalitatea (http://www.euskolabel.net/). Esta carne comercializada en carnicerías no autorizadas por la fundación tiene un precio algo menor para el consumidor.
Alazne Uribarri, responsable de vacuno de la Fundación Kalitatea, afirma que la carne que se dispensa en estos establecimientos no es Euskal Okela. Asegura que la fundación solamente garantiza que lo sea la carne que se vende en los comercios autorizados y que cuenta con las etiquetas que expenden sus básculas. Todo lo demás, dice, son calificaciones intermedias que no determinan, según su reglamento, que sean label. Sin embargo, hace dos años Germán Muruamendiaraz, director de la fundación, aseguró a este diario que los dos elementos claves eran la báscula y el matadero, donde los veterinarios clasificaban la carne que luego se comercializaba siempre en carnicerías autorizadas.
Uribarri manifiesta que solamente el 70% de la carne que se clasifica con los precintos verdes del label, que incluyen una K, se comercializa en las carnicerías autorizadas y que el resto se hace a través de distribuidores, que la venden donde quieren. Así, aunque la carne sea la misma y tenga precios distintos en función del punto de venta, define sólo como Euskal Okela la que se vende en aquellos expresamente autorizados. Y pese a subrayar que su reglamento es estricto, no ve raro que el resto de la carne pueda ser comercializada en otro circuito, incluso con etiquetas y precintos de la Fundación Kalitatea. Es más, considera que aporta "valor añadido" al circuito comercial.
Con el distintivo Euskal Okela se comercializaron 3.949.200 kilos de vacuno en 2006. La Fundación Kalitatea recibe de los presupuestos generales del País Vasco 5,4 millones de euros para sus actividades.
Al referirse a las condiciones para el sacrificio del ganado, el reglamento de la Carne de vacuno del País Vasco, tras una reforma realizada en 2005, sólo dice que debe hacerse conforme a la legislación vigente. La Ley 6/1993 vasca indica que el sacrificio de animales en matadero se efectuará con utilización de métodos que provoquen al animal una pérdida de consciencia inmediata y no impliquen sufrimiento. Sin embargo, la directiva europea 93/119 autoriza la posibilidad de matar conforme a ritos religiosos. En el sacrificio de ganado en Euskadi se exige que el animal esté previamente inconsciente por aturdimiento, con la excepción de los ritos judíos (kosher) o musulmán (halal), que exigen su desangrado directo cortando la arteria carótida y la vena yugular.
Animales clasificados como Euskal Okela se han sacrificado de esta forma. Algunos se venden íntegros a carnicerías musulmanas, otros por partes. La comunidad musulmana inmigrante consume una mayor cantidad de cuartos delanteros y en ocasiones los compran con precintos del label. El destino de los cuartos traseros se desconoce, pero probablemente va a carnicerías normales y de label, donde no se advierte de la forma de sacrificio del animal, algo preceptivo en el caso halal. Uribarri asegura que el distintivo halal no es incompatible con el label y que el control o no del etiquetado es un problema de la Administración.
Más oferta que demanda
La Fundación Kalitatea sostiene que su misión es "impulsar, promover y desarrollar productos de calidad agropesqueros y alimentarios y garantizar al consumidor su origen, seguridad y calidad". Su ámbito de actuación es cada vez mayor. El producto estrella es la carne de vacuno, aunque su cartera de actividades ha ido en aumento y hace dos años incluyó, por ejemplo, el txakoli con denominación de origen, sector no exento de irregularidades.
La Fundación Kalitatea garantiza bienes agroalimentarios "producidos, transformados y/o elaborados" en Euskadi cuya calidad o singularidad "superan la media general". Es un proyecto impulsado por el Gobierno con el fin de beneficiar al sector y al consumidor. La carne de vacuno, con constantes campañas de difusión, es el más conocido. Pese a todo, el pasado año descendió el volumen de carne certificada en 300.000 kilos. De hecho, y pese a la caída, la Fundación Kalitatea reconoce que el 30% de la carne que clasifican no va a sus carnicerías, sino a otro circuito comercial, lo que muestra que la oferta es superior a la demanda.
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