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Cumbre del G-8

Merkel afirma que la renovación de Kioto "es innegociable"

La canciller alemana no confía en que se llegue en Heiligendamm a un acuerdo sobre el clima

La canciller federal alemana, la democristiana Angela Merkel, asegura que no aceptará componendas sobre la cuestión del calentamiento de la tierra, tema que figura entre los que debatirán los mandatarios en la cumbre del G-8 que comienza mañana en Heiligendamm, un balneario al borde del Báltico. En una entrevista con el semanario Der Spiegel, sostiene Merkel que regatear sobre si el calentamiento se puede subir a cuatro grados "sería lo que yo llamaría una componenda". "Tenemos que orientarnos hacia los conocimientos de los científicos y no suavizarlos".

"Abogo por una mayor cooperación con Rusia para evitar prejuicios", dice Merkel

A la pregunta de si la iniciativa del presidente de Estados Unidos George W. Bush de convocar una conferencia alternativa al proceso iniciado en Kioto sobre el clima es una afrenta para Alemania, Merkel responde: "Tenemos que conseguir una regulación dirigida por Naciones Unidas que continúe el acuerdo de Kioto, que concluye en 2012. Seguro que habrá antes diferentes encuentros e iniciativas que pueden ser útiles, pero lo importante es que tienen que culminar en un proceso de Naciones Unidas. Esto para mí es innegociable".

La canciller cree que será muy difícil lograr en Heiligendamm un compromiso para fijar el calentamiento hasta 2050 en dos grados y no sólo por los norteamericanos: "Si Estados Unidos no se mueve es probable que otros se queden a la espera. Yo no cuento con una solución esta semana. Es un madero muy grueso que tenemos que perforar con paciencia". La parte optimista para Merkel se encuentra en que se ha producido ya un cambio de actitud en este tema que puede ser consecuencia de la preocupación por el cambio climático o por el temor a la dependencia de los suministros de petróleo. Según Merkel, "hace dos años sería inimaginable que el presidente norteamericano anunciase que hasta 2020 sustituirán los combustibles tradicionales por los biológicos".

No cree necesario Merkel asumir el papel de mediador entre Estados Unidos y Rusia y cree que los dos "son suficientemente adultos para hablar las cosas entre ellos". Punto conflictivo es el estacionamiento en Polonia y la República Checa del sistema de defensa antimisiles que planea EE UU. Según Merkel, "está claro que no están dirigidos hacia Rusia. Los rusos deberían y tendrían que estar implicados en el proyecto". Para Merkel, esto implica no sólo informar a Rusia, sino lograr que coopere con el proyecto: "Se podría intentar, por ejemplo, construir conjuntamente determinados componentes técnicos, hacer las pruebas más transparentes, intercambiar datos. Yo abogo por una cooperación mayor para evitar malentendidos y prejuicios".

La canciller define la relación de Alemania con Rusia como una "alianza estratégica que queremos intensificar, pero la comunidad de valores transatlántica es para mí, como siempre, algo especial".

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Sobre Kosovo, la provincia serbia de mayoría albanesa administrada por Naciones Unidas que aspira a la independencia, Merkel opina que en Heiligendamm será un tema importante en las conversaciones sobre política internacional y reconoce que se trata de un asunto que preocupa mucho a Rusia. Según Merkel, las diferencias no son sólo entre Washington -a favor de otorgar la independencia- y Moscú -en contra-, sino también entre la Unión Europea y Rusia, "yo creo que el asunto corre prisa y tenemos que decidir pronto".

Un tema controvertido en los últimos días en Alemania fue la posibilidad de vender un tren ultrarápido a Irán. Merkel se muestra contundente en esta cuestión: "Para decirlo con claridad: no. Considero del todo punto inaceptable la ayuda alemana para construir un tren en un país cuyo presidente anuncia sin cesar que él quiere aniquilar a Israel".

Se muestra realista Merkel sobre la posibilidad de unos Estados Unidos de Europa con lo que ahora no se puede soñar y resume que durante su presidencia europea ha intentado mantener la cohesión y rechazar todo intento de dividir la UE: "Nuestros intereses están mejor protegidos cuando no nos dejamos dividir, cuando actuamos coordinados estrechamente y unidos en la protección del clima, las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio y hasta en la política de seguridad y defensa".

Activistas del movimiento antiglobalización Attac con caretas de Blair, Sarkozy, Bush y Merkel, ayer en Rostock.
Activistas del movimiento antiglobalización Attac con caretas de Blair, Sarkozy, Bush y Merkel, ayer en Rostock.AP

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