Zonas de gran afluencia de Barcelona carecen de reanimadores cardiacos

Los desfibriladores semiautomáticos para personal no sanitario siguen siendo muy escasos en los espacios de gran afluencia de público. El Departamento de Salud se propuso en 2005 extender fuera del ámbito sanitario estos aparatos que, a través de una descarga eléctrica, permiten que un paciente que ha sufrido un infarto recupere el ritmo cardiaco. La realidad es otra. Las estaciones de metro y tren de Barcelona, por ejemplo, no cuentan con estos aparatos en lugares de paso.

La presencia de desfibriladores es sólo obligatoria en los centros sanitarios. En la actualidad todos los centros de atención primaria cuentan con uno de estos aparatos, según confirman en el Instituto Catalán de la Salud (ICS).

Un decreto de la Generalitat de 2003 estableció que aquellas personas que usaran un desfibrilador en un lugar público debían pasar por unas horas de formación y un médico se haría responsable del aparato en cuestión. "La realidad es que no se ha instalado en muchos lugares", reconoce Ricard Tresserres, subdirector general de planificación de Salud. Tresserres, sin embargo, subraya que en Cataluña no se da una frecuencia tan alta de infartos como, por ejemplo, en Estados Unidos. Para Manuel Cerdà, presidente del Consejo Catalán de Resucitación, la recomendación en espacios públicos no es tan clara. "De forma genérica se pide que se produzcan un número de muertes súbitas, una cada dos años".

Cerdà aboga por analizar cada espacio y decidir la conveniencia de equiparlo o no con un desfibrilador. Lugares susceptibles de análisis serían, por ejemplo, la plaza de Catalunya o el aeropuerto. El personal debería estar preparado para usarlos como sucede en aeropuertos internacionales.

El aeropuerto de Barcelona no ha instalado desfibriladores en sus terminales. "No hay ningún tipo de normativa que lo exija", explican fuentes de AENA. Sin embargo, en las instalaciones hay tres, todos bajo supervisión de los servicios médicos. Dos se encuentran en el interior de una ambulancia. El tercer desfibrilador está en las mismas dependencias de atención médica del aeropuerto, ubicadas en el bloque técnico, entre las terminales B y C, informa Gloria Ayuso. En el Camp Nou cuentan con 10 desfibriladores automáticos y dos de gama superior, pero siempre son usados por alguna de las 117 personas que forman el equipo médico.

En los centros comerciales catalanes no es habitual este tipo de aparato. Ni el Corte Inglés ni la Illa Diagonal, por ejemplo, lo tienen instalado. En el centro comercial Granvia 2 de L'Hospitalet recibieron la visita de comerciales de Telefónica que ofrecían la instalación de diversos desfibriladores. "Nos querían vender los aparatos como si de cualquier otra acción comercial de la compañía se tratase", explica el director de mercadotecnia del centro, Luis Alcalá.

Salud firmó en septiembre un acuerdo con la empresa Telefónica para impulsar estos aparatos. La empresa está realizando las últimas pruebas de este desfibrilador que puede ser usado por personal no sanitario y que saldrá al mercado en breve.