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Reportaje:

Móviles: se renuevan, pero no se reciclan

Los fabricantes lanzan una campaña para intentar recoger 5 de los 25 millones de terminales que hay en desuso

Ramón Muñoz

Del móvil, como del cerdo, se puede aprovechar casi todo: la batería, la pantalla de cristal líquido, la carcasa plástica... Pero por ahora no se aprovecha casi nada. Puede que el símil no sea técnicamente el más apropiado, pero sirve para describir el problema del reciclaje de un aparato que se ha vuelto tan imprescindible en el bolsillo de los ciudadanos como el DNI, y sin embargo genera una cantidad creciente de residuos y el consiguiente problema medioambiental. Y es que, según las estimaciones de las compañías, hay entre 25 y 30 millones de móviles guardados en el cajón, terminales averiados o en desuso que sus dueños se resisten a tirar o a reutilizar. Y apenas uno de cada cinco móviles se recicla.

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Y no porque no sea posible. En España hay varias iniciativas para el reciclaje. La más relevante es Tragamóvil, puesta en marcha por Asilmelec, la patronal que agrupa a fabricantes y operadores de telefonía móvil.

Se trata de una organización que gestiona una red de 600 puntos de recogida en contenedores colocados en tiendas de telefonía, superficies comerciales, servicios técnicos, puntos limpios y universidades, entre otros. Los terminales se recogen y se llevan a empresas especializadas, donde destripan sus componentes para su reutilización.

Desde su puesta en marcha en 2003 (aunque comenzó con carácter piloto en 2001), se han reciclado 750.000 kilos de chatarra celular, que equivalen a seis millones de móviles. Una cifra insignificante si se tiene en cuenta que sólo el año pasado se vendieron 20 millones de estos aparatos. Y es que cada vez duran menos en manos del usuario, no sólo porque se averíen, sino porque, al convertirse en un objeto de presunción y moda, se renuevan como el vestuario.

Se estima que la vida media de un terminal en España es de 16 meses y que cada ciudadano ha tenido unos cuatro terminales de promedio a lo largo de su vida, de acuerdo con un estudio de la cadena especializada The Phone House. Por eso, Tragamóvil, en el que están integrados fabricantes como Nokia o Motorola y compañías como Movistar o Vodafone, ha decidido redoblar sus esfuerzos para cambiar la tendencia y lanzar una campaña especial.

Su objetivo es recoger en este año cinco millones de móviles -equivalentes a 625.000 kilos de residuos-, casi la misma cantidad que la recogida en los cuatro años anteriores, según Julio Lema, uno de los responsables de la organización.

Entre las iniciativas, está el Autobús del Tragamóvil, que recorrerá las distintas comunidades autónomas durante los meses de mayo, junio, julio y septiembre intentando convencer a los ciudadanos de las ventajas y la necesidad del reciclaje.

Más del 90% de los componentes de un móvil son reutilizables. El 58% es plástico; el 17%, vidrio, y el 25%, metales como hierro, cobre, plata e incluso oro. Las baterías son los elementos más contaminantes porque contienen elementos como el cadmio, el litio y metal hidruro. Con todo, el material más preciado es el coltán, un metal capaz de soportar una alta carga eléctrica que se utiliza en todo tipo de aparatos electrónicos y permite que las baterías duren más. Su producción se concentra en un 80% en África y la gran demanda de este material -la mitad de la misma destinada a la telefonía móvil- provocó que se disparara su precio (300 euros cada kilogramo) y desató un conflicto armado en países productores como la República Democrática de Congo.

Cada vez que se adquiere un móvil se paga un canon de cuatro céntimos para su reciclaje. Con esta cantidad y el valor de los materiales reutilizados se costea el denominado sistema integrado de gestión de residuos, que incluye la recogida, el transporte y el tratamiento. El coste total de reciclaje viene a ser de nueve céntimos por cada aparato inservible.

Pero esta no es la única vía para deshacerse de un móvil, sobre todo si funciona. Hay otra más solidaria: su reutilización como aparato de segunda mano. El pionero es Vodafone. Ofrece a sus clientes la posibilidad de entregar su terminal antiguo a cambio de puntos para conseguir uno más moderno. Los terminales usados se revisan, se adecentan teclado y pantalla y se remiten para su venta a bajo precio a países en desarrollo como Rumania. "No se trata de hacer negocio, sino de cubrir sólo los costes y ayudar a que el móvil sea accesible para todos", dice José Manuel Sedes, director de Responsabilidad Social Corporativa de la empresa. Desde que se puso en marcha esta iniciativa en diciembre pasado, se han reutilizado 57.400 terminales.

Y si el móvil es un problema, no lo son menos sus accesorios. En particular, los cargadores. Hay más de 70 tipos, ya que cada marca tiene al menos dos distintos en su catálogo. Crear un cargador universal no sólo facilitaría bastante la vida a los miles de usuarios que andan siempre pidiendo prestado uno en la oficina, sino que reduciría notablemente los residuos. Hay muchos más cargadores que móviles, ya que los usuarios suelen hacerse con un segundo e incluso un tercer accesorio para tener en el puesto de trabajo o su coche. Sólo Corea ha legislado para obligar a los fabricantes a instalar un conector universal. Además, el cargador no viene en la caja con el móvil nuevo. Hay que comprarlo aparte. Japón y China ya han anunciado que adoptarán medidas similares. En la Unión Europea no hay nada previsto, pese a que sólo se recicla el 5% de los componentes electrónicos.

Los Verdes en España han hecho bandera de esta iniciativa y han presentado en el Congreso una proposición no de ley para que se unifiquen los cargadores. El diputado Francisco Garrido, defensor de la propuesta, cree que se ahorrarían cuatro de cada cinco euros que gastamos en cargadores.

La solución que se vislumbra es la conexión USB, la que utilizan los ordenadores, las agendas electrónicas o los aparatos de MP3, entre otros. Motorola ha sido la primera en realizar esta apuesta y ya equipa el 75% de los terminales que vende con USB. "Creemos que, tarde o temprano se impondrá el mini USB como estándar", dice Juan José Lojo, responsable de accesorios de Motorola.

Recogida de teléfonos móviles y otros dispositivos en Madrid.
Recogida de teléfonos móviles y otros dispositivos en Madrid.RICARDO GUTIÉRREZ

CASI TODO SE APROVECHA

Desde 2003, la organización Tragamóvil ha recogido 750.000 kilos de chatarra celular.

Más del 90% de los componentes son reutilizables: plástico, vidrio y metales.

El material más preciado es el coltán, un metal resistente que permite que las baterías duren más y que ha desatado conflictos armados en África.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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