Argelia se rearma como potencia regional

Argelia está a punto de convertirse en el primer comprador de armas de la Federación Rusa, por delante de China, según fuentes del sector en Moscú. Ambos países ya firmaron acuerdos para la compraventa de armamento el año pasado y ahora negocian otros pedidos, con lo que la cifra total del negocio puede superar los 10.000 millones de euros, un récord. Más allá de la modernización de su Ejército, el presidente Abdelaziz Buteflika busca asentar una supremacía regional que los ingentes ingresos de los hidrocarburos ya proporcionan a su país. El producto interior bruto (PIB) argelino duplica con creces al de Marruecos. Sólo el azote terrorista merma un poco su ambición de consolidarse como potencia regional.

Con motivo de la visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a Argel, ambos países firmaron acuerdos de venta de armas por valor de 7.500 millones de dólares (5.640 millones de euros) en 2006. Argelia invitó además en marzo a Moscú a presentarse a la licitación para la adquisición de material bélico por otros 7.000 millones (unos 5.263 millones de euros).

Si Rusia resultase vencedora de esta licitación, el monto global de sus contratos armamentísticos con Argelia se elevaría, de aquí a 2010, a 14.500 millones de dólares (10.902 millones de euros). Superaría así la cartera de pedidos que tiene pendiente China (10.000 millones de euros). El año pasado Argelia ya sobrepasó a India (6.000 millones de dólares) y a Venezuela (3.000 millones de dólares).

En 2006 los acuerdos firmados incluían la compra de 62 cazas Su-30MKI y MIG 29, 16 aviones de entrenamiento, 185 carros de combate T-90S, 216 rampas de lanzamiento de misiles anticarro Kornet-E, y dos submarinos, entre otros. Los contratos que se vislumbran ahora conciernen a la adquisición de más cazas y carros, helicópteros Mi-28N, una o dos fragatas y, por primera vez, un navío portahelicópteros.

Gracias al incremento del precio de los hidrocarburos, Argelia dispone de unas reservas históricas (78.000 millones de dólares, unos 58.650 millones de euros), pero no va a echar del todo mano de estas divisas para financiar la compra de armamento. El compromiso alcanzado prevé que a medida que reciba los pagos del Tesoro argelino, Rusia condonará la deuda que en su día contrajo Argelia con la Unión Soviética. También tiene la intención de efectuar inversiones en Argelia.

Este intenso comercio de armas es sólo una vertiente de la estrecha colaboración instaurada entre ambos países tras la visita a Argel, hace un año, de Vladímir Putin. La cooperación abarca ante todo al ámbito de la energía. Los titulares ruso y argelino de ese departamento, Victor Khristenko y Chakib Khelil, firmaron en enero un memorando. A través de la empresa Gazprom, Rusia es el primer exportador de gas a la Unión Europea y Argelia el tercero.

Pero la asistencia rusa trascenderá el ámbito de los hidrocarburos. Con motivo de su viaje a Argel, en enero, Khristenko anunció que había acordado con su homólogo "iniciar contactos entre expertos de ambos países para estudiar las posibilidades de cooperación" en materia nuclear civil. Argelia está a punto de desempolvar su programa nuclear aparcado desde hace años. Su Gobierno aprobará en breve un anteproyecto de ley sobre el uso pacífico de la energía atómica, según anunció Khelil hace una semana.

Esta carrera armamentística argelina preocupa en Marruecos que, a finales del año pasado, firmó contratos con tres empresas españolas (Urovesa, Iveco y Rodean Polyships) por cerca de 200 millones de euros -un importe irrisorio comparado con el gasto militar de Argelia- para adquirir 1.200 vehículos de alta movilidad táctica (VAMTAC), de camiones y de 10 patrulleras para la vigilancia de sus costas.

Cuando haya concluido la compra de todo el material bélico, el Ejército Popular Argelino (nombre oficial) será el mejor equipado del norte de África. Los responsables marroquíes se preguntan preocupados para qué necesita su vecino modernizar hasta tal punto sus fuerzas armadas. La lucha contra el terrorismo islamista, que ayer se cobró otros 15 muertos (nueve militares y seis terroristas) en Ain Defla, no requiere cazabombarderos ni un portahelicópteros.