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Pelosi desafía a la Casa Blanca al entablar el diálogo con Siria

Merkel apela a Damasco para garantizar la estabilidad de Líbano

Siria acapara los focos de la diplomacia estadounidense y europea en Oriente Próximo. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tiene previsto reunirse hoy con el presidente Bachar el Asad, pese al recelo que la cita ha despertado en la Casa Blanca, partidaria de su aislamiento. La canciller alemana, Angela Merkel, aludió ayer en Beirut a la responsabilidad de Siria para mantener la estabilidad de Líbano.

Pelosi afirmó durante la escala previa, que efectuó ayer en Beirut, que su visita a Damasco responde al interés de defender la seguridad nacional de EE UU.

El conflicto entre israelíes y palestinos sólo será abordado indirectamente, con el objetivo de que ningún otro frente bélico pueda añadir quebraderos de cabeza al Gobierno de Estados Unidos en Oriente Próximo.

"Nuestro viaje a Siria es importante para el Grupo de Estudios de Irak", dijo Pelosi sobre el grupo de políticos demócratas y republicanos encabezado por el ex secretario de Estado James Baker, que meses atrás recomendó iniciar negociaciones diplomáticas con Siria para recabar su ayuda en el avispero de Irak. "En Damasco discutiremos sobre el terrorismo y sobre el papel que Siria puede jugar para ayudar o entorpecer la lucha contra el terrorismo", aseguró la legisladora tras reunirse en la capital libanesa con el primer ministro, Fuad Siniora, y con el líder de los partidos que apoyan al Ejecutivo, Saad Hariri. "También debatiremos el apoyo sirio a Hamás o Hezbolá... Tenemos grandes esperanzas", añadió la dirigente norteamericana.

Hace cuatro días una delegación de congresistas republicanos también viajó a Damasco y semanas atrás otra alta funcionaria de la Administración de George Bush hizo lo propio. Todo apunta a que Pelosi pretende contribuir a calmar los ánimos en Líbano y Palestina para que el Gobierno de su país pueda concentrar sus esfuerzos en los desafíos que afronta en Irak, Irán y Afganistán. En este sentido, según revelaron ayer varios medios israelíes, Pelosi transmitirá al presidente Bachar el Asad el mensaje de que Israel no tiene intención de atacar Siria el próximo verano. Sea como fuere, el Ejército hebreo efectúa ejercicios militares en las proximidades de la frontera con Siria, y Damasco también refuerza sus posiciones cerca de la meseta del Golán, según los informes del espionaje israelí.

En Beirut se solaparon ayer las visitas de la representante estadounidense y de la canciller alemana. Angela Merkel, presidenta de turno de la Unión Europea, aludió a la responsabilidad de Siria en mantener la estabilidad de Líbano y destacó su compromiso con el establecimiento del tribunal internacional que debería juzgar el magnicidio del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, en febrero de 2005. "Siria", comentó, "debe cumplir las exigencias de la comisión de investigación del asesinato de Hariri". Es éste precisamente el principal de los conflictos que mantiene paralizado Líbano desde hace cinco meses. Los partidos de oposición, con el presidente de la Cámara, el chií Nabí Berri, a la cabeza se niegan a convocar el Parlamento para aprobar la constitución del tribunal.

Merkel procedía de Jerusalén, donde se ha reunido con el primer ministro, Ehud Olmert, y con el presidente palestino, Mahmud Abbas, en Ramala. Su estancia en Israel y los territorios palestinos ha levantado críticas incluso entre asesores de Abbas, dado que la canciller "rechazó entrevistarse con ministros palestinos, a pesar de que los responsables de Exteriores europeos habían decidido mantener contactos con aquellos que no pertenecen a Hamás".

Según la agencia oficial palestina Maan, Merkel se negó a desplazarse a Belén, y no pudo así comprobar los efectos que causa el muro que Israel ha alzado en Cisjordania y las consecuencias de la clausura total de los territorios ocupados con motivo de la Pascua judía que comenzó anoche.

Merkel (izquierda) y la presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU, Nancy Pelosi, ayer en Líbano.
Merkel (izquierda) y la presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU, Nancy Pelosi, ayer en Líbano.EFE / AP

Un largo secuestro

Once periodistas han sido secuestrados en Gaza en los últimos tres años, pero ninguno ha permanecido tanto tiempo cautivo como Alan Johnston, el corresponsal de la BBC en el territorio palestino. Tres semanas lleva en manos de un grupo de pistoleros. Ayer en la ciudad de Gaza, los periodistas palestinos iniciaron una huelga de tres días en protesta por lo que juzgan desidia de las autoridades. "Creemos que el Gobierno y la presidencia no se toman el asunto en serio", denunció Shuhdi Kashef, dirigente del sindicato de periodistas, que agrupa a 400 profesionales en la franja.

El secuestro es una muestra del caos que reina en Gaza. No se conocen reivindicaciones de ningún tipo, aunque la prensa palestina asegura que la familia Dogmush, un clan que ha jugado a varias bandas mantiene en su poder al periodista.

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