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Entrevista:NURSULTÁN NAZARBÁYEV | Presidente de Kazajistán

"Occidente tiene un interés malsano en la energía kazaja"

Pilar Bonet

Los problemas de Rusia con Ucrania y Bielorrusia para el abastecimiento de gas y petróleo han despertado en Occidente un "interés malsano" por obtener los hidrocarburos de Kazajistán al margen de Moscú, según declara Nursultán Nazarbáyev, el presidente de este Estado centroasiático rico en materias primas, en una entrevista con EL PAÍS. Todos los representantes europeos se muestran hoy solícitos con el dirigente kazajo. Lo que todos ellos buscan es energía y un desvío para esquivar a Rusia.

"Kazajistán quiere energía nuclear pese a sus grandes reservas de hidrocarburos"
"No creo que Qatar plantee la creación de una OPEP del gas. No la habrá de momento"
"No quiero ser rey. El trabajo, en la época que me ha tocado, no es tan fácil como para eternizarse"
"El gasoducto del Caspio no tiene perspectivas si no se solucionan los problemas de aquel mar"

Pregunta. La Unión Europea acaba de celebrar sus 50 años, pero la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que surgió de las ruinas de la URSS, está tan dividida que no festejó el 15º aniversario desde su fundación en diciembre de 1991. ¿Qué les falta o les sobra a las organizaciones postsoviéticas para ser eficaces?

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Respuesta. La CEI tiene sólo 15 años y los países miembros necesitaban tiempo para comprender que por fin eran independientes y mirar alrededor. Hay que considerar este factor psicológico. Los países de la UE no eran colonias de nadie y tenían posibilidades de partida diferentes de las repúblicas ex soviéticas. Al derrumbarse la URSS estábamos eufóricos y pensábamos que conservaríamos el espacio económico único, las comunicaciones y las redes energéticas. Fue un sueño que no resultó. Nuestras políticas y los ritmos de nuestras reformas se diferenciaron. La UE, en cambio, se basa en una opción democrática y una economía de mercado. Dentro de la CEI surgen diferentes organizaciones como la Comunidad Económica Euroasiática (CEEA, formada por Rusia, Kazajistán, Bielorrusia, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán) y GUAM (Georgia, Ucrania, Azerbaiyán y Moldavia). La CEEA es la más avanzada. Estamos creando una unión aduanera y hemos concertado hasta el 70% de nuestras tarifas. La GUAM es una entidad puramente política y no creo que tenga grandes perspectivas.

P. Los representantes occidentales corren estos días a Astaná a pedirle acceso a sus recursos al margen de Rusia. Usted, ¿qué les dice?

R. Es comprensible que a todos les interesen los recursos energéticos, pero los problemas de Rusia con Ucrania y Bielorrusia, algo exagerados a mi juicio, han causado ese interés malsano. Moscú quiere vender energía a Europa e intenta forjar relaciones mercantiles con sus vecinos, pero los que compraban barato se resisten. El presidente Putin me dijo que las subvenciones a los suministros de gas en Bielorrusia eran de 6.000 a 8.000 millones de dólares. El interés por Kazajistán se debe a que el 70% de las reservas de la región del Caspio y de su plataforma marina están en nuestro territorio y nuestra importancia aumentará con la apertura de los yacimientos de Kachagán, los mayores de los últimos años. La UE en su conjunto es nuestro primer inversor con 35.000 millones de dólares. La siguen EE UU y China. Rusia quiere transportar el gas y el petróleo del Caspio por su territorio; las compañías norteamericanas, comprar más activos, y China, superar su déficit energético. Pero esos son sus intereses y sus problemas. Nosotros tenemos los nuestros. Aquí no hay ninguna política. Lo único que queremos es que nuestros recursos se vendan de forma eficaz y rentable. Iremos hacia donde nos convenga. A Rusia, al Cáucaso, a China. No queremos enfrentar a los unos contra los otros. Somos un país continental. Sabemos dónde estamos y consideramos los intereses de nuestro entorno, pero perseguimos nuestros propios intereses, como Estado pragmático no perteneciente a ningún bloque militar ni político.

P. En abril habrá una reunión en Doha, en Qatar, para abordar la creación una asociación de países exportadores de gas inspirada en la OPEP, que agrupa a los exportadores de crudo ¿Qué piensa de la idea?

R. Kazajistán participará en esta cumbre. Hace poco visité Doha y hablé con el emir. No creo que Qatar plantee la creación de la OPEP del gas. Se habla de eso y entre los productores de gas existe ese deseo, pero creo que no se llegará a la creación de una OPEP del gas por el momento.

P. Usted se interesa por el gas licuado en Qatar y en diciembre habló del tema con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso ¿qué proyectos tiene?

R. Tendremos un volumen suplementario de gas después de 2010 cuando se abran nuestros grandes yacimientos. En cuanto al gasoducto a través del Caspio

[desde Kazajistán a Azerbaiyán], creo que eso no tiene hoy ninguna perspectiva, porque no está resuelto el problema del estatus del mar en su conjunto y porque nadie sabe las posibilidades técnicas y económicas de la parte más profunda del Caspio a la que hoy sólo tiene acceso Turkmenistán, que ha firmado un contrato con Rusia y China para venderles todo su gas. Le dije a Barroso que sería muy efectivo que viniera alguien aquí y construyera una fábrica de gas licuado y lo transportara. Qatar tiene enorme experiencia en ello y en Bruselas vi que los belgas licúan el gas directamente en buques en el mar. Así que propuse estudiar las posibilidades.

P. Kazajistán padeció las secuelas de las pruebas atómicas en el polígono militar de Semipalátinsk. ¿Por qué se plantea ahora la energía nuclear?

R. Teníamos una central eléctrica nuclear

[cerca del Caspio], que cumplió su plazo de explotación y que está congelada. Tenemos especialistas y estamos entre los primeros del mundo por las reservas de mineral de uranio. Kazajistán enriquece este uranio y produce pastillas para fabricar combustible de centrales eléctricas nucleares. Por eso, planeamos la construcción de una central nuclear, que no será inmediata, porque se necesitan de 6 a 8 años para construirla antes de comenzar a producir electricidad.

El carbón, que tenemos en abundancia, es más barato que el gas hoy, pero es sucio desde el punto de vista medioambiental. En cuanto al gas resulta más rentable exportarlo cuando su precio es alto. Abrir una central nuclear es importante para nosotros, porque las investigaciones en ese campo continúan. En el polígono de Semipalátinsk se ha conservado el instituto de física nuclear, que estudia la conducción de metales a altas temperaturas. El mundo entero busca alternativas energéticas y creo que los reactores se han perfeccionado y son más seguros. Una central nuclear supone además progreso técnico, porque mejora el nivel de la ciencia y la tecnología y la preparación de especialistas.

P. La reforma política democratizadora aún no se ha iniciado ¿Quiere dar carácter vitalicio a la presidencia del Estado?

R. Las enmiendas constitucionales, a propuesta del presidente y el Parlamento, se deciden por referéndum o con el voto del 80% del Parlamento. Una mesa redonda, a la que fueron invitados los partidos políticos y movimientos sociales, ha trabajado intensamente durante dos años y ha elaborado ideas para democratizar nuestra sociedad. Se ha formado un grupo de seis juristas, diputados, que deben concretar propuestas de cambios legislativos. Queremos dar más competencias al Parlamento, independencia al poder judicial, profundizar en los derechos humanos y aumentar el papel de los partidos y de la sociedad civil.

P. ¿Está a favor de prolongar el mandato presidencial?

R. De momento no se han hecho propuestas para prolongarlo. Creo que debe conservarse la situación actual. Sí, dos mandatos de siete años cada uno, pero la cuestión debe decidirse en el Parlamento o en referéndum. Ya veremos.

P. He leído en Internet la propuesta

[de Rajat Alíyev, uno de los dos yernos de Nazarbáyev] de convertir Kazajistán en una monarquía. ¿Es realista?

R. Desde que recibimos la independencia en 1991 hasta 1996 luchamos contra la crisis económica y la superamos. El proyecto histórico de la independencia, que yo he dirigido, avanza con éxito. Kazajistán tiene uno de los niveles de vida más altos de la ex URSS. La gente ve transformaciones radicales en un periodo histórico muy corto. Por eso, porque ha resultado bien, parte de la población tal vez tiene el deseo de no cambiar y se habla de monarquía.

P. ¿Quisiera usted ser rey?

R. Yo no. El trabajo, en la época que me ha tocado, no es tan fácil como para eternizarse.

P. Timur Kulibáyev, vicepresidente de Kazmunaigaz, la compañía estatal de hidrocarburos, y ahora también del consorcio Samruk, es su yerno y también uno de los multimillonarios de Kazajistán, según la revista Forbes que le atribuye 2.100 millones de dólares [la misma cantidad que a su esposa, Dinara Nazarbáyev]. ¿Cómo ha podido acumular esa fortuna y trabajar para el Estado? ¿Es muy listo? ¿Tiene tiempo libre?

R. trabaja como vice de una corporación y no en el servicio público.

P. Pero en una corporación estatal.

R. Es una compañía que se dirige como privada. La historia de su éxito es que comenzó y trabajo en los negocios mucho tiempo y esta historia continúa. El presidente

Bush padre me dijo que hace años dio una conferencia y la entidad organizadora le ofreció acciones

[a cuenta de honorarios] y con el tiempo ese dinero se multiplicó. Es la misma historia. Siendo empresario, compró un banco que no costaba nada y ese banco es ahora multimillonario. Según la ley de Kazajistán, un funcionario que tenga propiedades, puede delegar la gestión de estas para evitar el lobby. Aquí no hay ninguna infracción. Mis hijos son gente adulta y responden también ante la ley. Si esa historia de éxito no existiera, se podría decir que se ha enriquecido trabajando al servicio del Estado. Hay muchas historias como ésta. En Kazajistán tenemos más de una decena de multimillonarios. Hemos emprendido una legalización de la propiedad privada y del capital y espero que se den a conocer. Y la historia será limpia. Pero al iniciarse la privatización, hubo infracciones.

P. ¿Tiene usted residencia en España?

R. No tengo ninguna propiedad particular en el extranjero. No tengo dinero para ello. Mis hijos tal vez lo tienen y se pueden dedicar a esto. He estado en Madrid, en Marbella, en Barcelona y en Toledo. Hace tiempo que soy amigo del Rey don Juan Carlos, al que respeto mucho. A él también le gusta venir a Kazajistán. Aquí trabajan hoy Talgo, Indra, y hace poco Repsol y una compañía de Kazajistán y otra de Rusia han comenzado a trabajar juntas en un yacimiento de petróleo y gas

[Zhambay, en el Caspio, donde la española tiene el 25%, al igual que Lukoil, y Kazmunaigaz, el 50%].

Tensiones étnicas

Nursultán Nazarbáyev, de 66 años, dirige Kazajistán desde 1989, cuando el país era aún parte de la URSS y él, jefe del partido comunista. El presidente maniobra entre Rusia, China y EE UU y propicia la convivencia de las diversas comunidades del Estado, donde los kazajos étnicos, en minoría antes de la independencia, dominan hoy en la Administración y son la mayoría poblacional gracias a la emigración de eslavos y alemanes.La armonía intercultural es frágil. En la noche del 18 al 19 de marzo una multitud de kazajos golpeó salvajemente hasta la muerte a tres chechenos, tras asaltar su domicilio en Kazatkom, al sur de Almatí. El detonante fue la riña de un kazajo y un checheno en un billar de Malovódnoye, un pueblo vecino, y el resultado, cinco muertos por lo menos (de ellos dos kazajos), según la amañada versión oficial que silenció la motivación racial.En Malo-vódnoye, los kazajos manifiestan odio contra los chechenos, descendientes de los deportados por Stalin en 1944. Tanto unos como otros son ciudadanos de Kazajistán, pero su identificación básica sigue siendo la etnia. También en la costa del Caspio hay tensiones entre kazajos y empleados extranjeros de las petroleras internacionales, que están mejor pagados. En octubre pasado, en la región de Atiráu, obreros kazajos atacaron a turcos e hirieron a más de un centenar.El futuro después de Nazarbáyev es incierto. Ninguno de los comicios realizados hasta ahora se ajusta a los criterios de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), ni siquiera los presidenciales de 2005 en los que oficialmente Nazarbáyev fue reelegido para siete años con más del 91% de los votos. Kazajistán aspira a presidir la OSCE en 2009 para prestar más atención a la seguridad y "no limitarse a la observación de las elecciones".Los países occidentales están divididos sobre la candidatura y en el tema no sólo cuentan las discrepancias sobre el progreso de la reforma, sino también las propias perspectivas en relación con las riquezas del país asiático.En Kazajistán, la oposición ha sido reducida a un papel marginal, al igual que la prensa crítica. No hay represión masiva, pero sí disidentes que han pasado años en la cárcel, como Galymzhán Zhakiyánov, un ex gobernador regional, y crímenes como el asesinato en 2006 de Altimbek Sarsenbáiuli.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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