El textil catalán ha perdido 142.000 empleos desde 1978
El textil catalán ha perdido 142.000 puestos de trabajo desde 1978, lo que representa un descenso del 62,5%. Desde entonces, la aportación del sector al empleo industrial ha retrocedido del 25% a escasamente el 10%. Un estudio de Caixa Catalunya pone de manifiesto el proceso de declive a largo plazo del sector, que se ha acentuado desde los inicios de la década actual ante el acelerón de la globalización.
Una aproximación a largo plazo antepone dos trayectorias diferenciadas entre las cifras del textil y las obtenidas por el resto de la industria en su conjunto. En este caso, se produjo un descenso del empleo relativo del 26,2% hasta 1995, con una pérdida cercana de 190.000 puestos de trabajo. Pero en la última década, tras las reestructuraciones de los ochenta y principios de los noventa, se ha visto compensada con una recuperación del 23,2%, 190.000 puestos de trabajo más.
En el caso del textil, sin embargo, la pérdida de empleo ha sido un fenómeno persistente en las tres últimas décadas. En la primera parte, debido a ocasos como los de Serra Feliu, Coma Cros, Gosipyum o la propia Puigneró, quintaesencias del monocultivo.
Pero se ha acentuado notablemente a partir del nuevo milenio, coincidiendo con la acentuación de los procesos de deslocalización motivados por la imparable incorporación de China en los mercados mundiales, especialmente el textil, a partir de la entrada (diciembre de 2001) en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y, sobre todo, la entrada en vigor en toda su extensión, el 1 de enero de 2001, del Acuerdo Multifibras.
Los casos más sonados fueron los de Levi's, Ignacio Carner, Juan Domingo Casanovas, Torciso Ibércicos, Loewe o DB Apparel, la antigua división textil del grupo Sara Lee, entre otros. La mayoría, con gran incidencia en las comarcas centrales de Cataluña: Anoia, Berguedà y Bages.
Productividad
¿Ha aprovechado, por lo menos, el sector para ganar productividad? Parece que no. Midiendo el índice de producción de produtos industriales (IPPI), la producción textil entre 1995 y 2006 se precipita un 36,6%, lejos del avance del 20,3% del total de la industria.
En términos de valor añadido (VAB), tres cuartos de lo mismo: el registro del textil (-0,6% entre 1995 y 2004) contrasta con el importante avance agregado del resto del sector secundario (28,2%).
Entre 1994 y 2005, la productividad en el textil ha crecido a un ritmo anual del 1,2%, ante una caída del 0,4% en el resto de tejido industrial, lo que para Caixa Catalunya "no constituye una mejora apreciable".
El deterioro de los intercambios exteriores lo avala: la tasa de cobertura ha pasado del 82,7% de 1996 al 50,8% de 2006, debido al estancamiento de las exportaciones y al avance de las compras al extranjero.
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