Berlín insiste en imponer en la UE un 20% de energías renovables en 2020

La canciller alemana, Angela Merkel, ha decidido jugárselo prácticamente todo a una carta, la energía, en la primera cumbre europea que dirige como presidenta de turno de la UE. El plato fuerte del encuentro, que tendrá una agenda muy económica, será la lucha contra el cambio climático y el logro de una política energética común. Merkel busca el consenso para fijar como objetivo obligatorio que el 20% de la energía sea renovable en 2020.

La energía no forma todavía parte de la política europea, tal como había previsto la Constitución, pero de facto se está convirtiendo en uno de los asuntos de mayor interés. La UE quiere ser el paladín mundial en la reducción de las emisiones de CO2, y este objetivo centrará el programa de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará los próximos jueves y viernes en Bruselas.

La lucha contra el cambio climático y el logro de la seguridad de suministro ocupan un puesto cada vez más destacado en el debate político. Para la presidencia alemana, la elaboración de una alternativa común al desafío energético puede "constituir, además, un poderoso instrumento para sacar del marasmo el proyecto europeo tras los noes de Francia y Holanda a la Constitución en 2005", señala una fuente comunitaria.

La energía se convierte así en un asunto europeo. El Consejo Europeo, el nombre formal de la cumbre de los líderes de los Veintisiete, aprobará el plan de acción sobre la energía presentado por la Comisión el pasado 10 de enero. Este plan de acción se revisará en 2009, y en la cumbre de primavera de 2010, bajo la presidencia española, se adoptará un nuevo documento. El paquete energético contiene varios objetivos.

- Energías renovables. Es la gran apuesta de Merkel. La canciller quiere fijar como un objetivo "obligatorio" para 2020 que el 20% de la energía consumida sea de origen renovable (biomasa, hidráulica, eólica y solar) y, por tanto, no contaminante. Actualmente, estas energías sólo representan el 7% del consumo total. En el Consejo de Energía del pasado febrero sólo secundaron a Alemania un reducido grupo de países (Italia, España, Dinamarca, Suecia y Eslovenia). Después se han apuntado media docena de Estados más. El reto para Merkel es Reino Unido, el país más reticente a aceptar.

- Emisiones de CO2. Los líderes ratificarán la propuesta de la UE para que los países desarrollados reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero un 30% para 2020 en relación con los niveles de 1990. Para 2050, la reducción debe ser del 60% al 80%. La UE se compromete de entrada a que en su espacio esta disminución sea como mínimo del 20%.

- Nuclear. El debate sobre la energía nuclear se presenta siempre bajo el camuflaje del mix energético. Aunque es competencia de cada Estado decidir qué proporción de energías prefiere utilizar, Francia, Finlandia, Lituania y Reino Unido, entre otros, son partidarios de potenciar esta fuente energética.

- Segregación de empresas. La propuesta de los comisarios de Competencia y Energía de dividir las grandes compañías para estimular la competencia volverá a debatirse. La Comisión quiere segregar las actividades de transporte y distribución de las de generación y comercialización. El objetivo es que el transporte y la distribución lo realicen empresas independientes que no pongan trabas a la entrada de nuevos competidores.