"How are you, Fidel?"

Se veía venir. Desde hace días el rumor corría en La Habana: Fidel Castro podía reaparecer en cualquier momento con uno de sus discursos kilométricos, pues su recuperación, al parecer, ahora sí marchaba. El martes no hubo imágenes, pero 32 minutos de conversación telefónica con Hugo Chávez, mientras el mandatario venezolano hacía en directo desde Caracas su Aló, Presidente, fueron un aperitivo suficiente para confirmar los pronósticos. "Voy ganando terreno, me siento con más energía, con más fuerza", dijo a Chávez el líder comunista, y varias veces repitió que si no hablaba más era para no robarle tiempo en el programa.

La televisión cubana emitió la charla en diferido, que comenzó al estilo del venezolano: "How are you, Fidel?". "Very well", le respondió Castro, y a partir de ese momento comenzaron a sonar los teléfonos en La Habana. "Se acabó el recreo", sentenció, más en serio que en broma, un periodista cubano al llamar a un amigo para comentar la reaparición radiofónica del Comandante. Era la primera presentación de Fidel en directo desde que fue operado de urgencia el 27 de julio de 2006, y aunque no hubo imágenes, el impacto fue grande. Sobre todo porque habló con voz clara y coherencia absoluta, nada que ver con los rumores que aseguraban que tras varias intervenciones quirúrgicas la anestesia le había hecho perder la cabeza.

Como siempre, Castro habló de lo divino y lo humano: de cuántas hectáreas de maíz hacen falta para producir un millón de barriles de etanol; de "los bombillos ahorradores" que la revolución bolivariana ha repartido entre la población ("34 millones en dos meses"); o de lo que para él era la noticia del día: "la Bolsa de Shanghai cayó un 9%, y la Bolsa de Nueva York, que es la reina, un 4%". Un ama de casa no pudo evitar la exclamación: "¡Ay mamá, ya está listo pa' la pelea!".

La llamada de Castro tenía por objetivo comentar la marcha de la VII Reunión de la Comisión Mixta Bilateral. Ayer estaba prevista la firma de 353 acuerdos y proyectos de colaboración por 1.000 millones de dólares (756 millones de euros), en el marco de la alianza estratégica entre ambos países. En un instante de la conversación, Castro dijo que se encontraba con el jefe de la delegación venezolana, Rafael Ramírez, ministro de Energía y Petróleo. Una confirmación más de lo que dijo recientemente Raúl Castro, jefe del Ejército y presidente interino de Cuba: su hermano "está al tanto de todo" y cada vez manda más.

Castro agradeció a Chávez la labor de los últimos meses como su portavoz médico: "Hago silencio, mutismo total, porque no puedo estar hablando todos los días, no puedo crear el hábito, el vicio de tener noticias diariamente". Según el mandatario, necesita "tranquilidad" para "poder cumplir" las "nuevas tareas" que tiene. Cuáles son estas tareas, como su estado de salud, es un misterio, un secreto de Estado. Sin duda, un secreto de importancia vital para el futuro inmediato de Cuba y de los cubanos.