El negro y los anticolores dominarán el próximo invierno

La 44ª edición de la Pasarela Cibeles comienza hoy, lunes 12, en la carpa del parque del Buen Retiro de Madrid, donde repite emplazamiento después de la exitosa presentación anterior. Cibeles, además, se estrena como abanderado de la lucha moral contra los excesos de delgadez en las modelos, siendo el salón oficial de moda que primero apostó por combatir en la práctica este alarmante problema social y cultural. Otros salones han ido a la zaga, como Milán, que también, aunque con timidez, comienza a tomar medidas.

La conciencia ecológica y los tejidos tecnológicos comienzan a ganar la partida

Los tres primeros días de la Pasarela con las apuestas para el otoño-invierno 2007-2008 estarán ocupados por miembros de la Asociación de Creadores de Moda de España que hacen una primera jornada con Miriam Ocariz, Antonio Pernas, Lemoniez, Francis Montesinos, Ángel Schlesser y Agatha Ruiz de la Prada; la segunda abre Elio Berhanyer, y le siguen Devota & Lomba, Javier Larrainzar, Ailanto, Roberto Torretta y Duyos. En la tercera jornada estarán Miguel Palacio, Jesús del Pozo, David Delfín, Amaya Arzuaga, Lydia Delgado y Victorio & Lucchino.

El cuarto día de Cibeles empezará con Spastor (que ya debutaron en Madrid la edición pasada), luego el maestro Andrés Sardá, Locking Shocking, Antonio Alvarado y cerrará Kina Fernández.

El último y maratoniano día, el viernes 16, habrá cinco desfiles dobles. Primero El Delgado Buil y el tándem Luxoir (que este año, además, se han encargado de los uniformes del puesto de EL PAÍS en Arco); José Miró y Alma Aguilar, Carmen March y Juanjo Oliva, Juana Martín y María Lafuente; Anke Schlöder y Carlos Díez. Cierra, en especial, uno de los más creativos peleteros españoles: Miguel Marinero compartiendo con Olga Ríos.

Ante tal listado de creadores de diferente fuste, esta edición de Cibeles podrá medir el pulso a la situación real del diseño español ante las disyuntivas que plantea la industria, las líneas fluctuantes del mercado y, sobre todo, la creciente invasión amarilla: un vestido anónimo, barato y desleal que copa muchos segmentos del mercado nacional.

Entre otros, Jesús del Pozo vuelve a su senda estilística; los Locking Schocking buscan el impacto desde lo intelectual; Luxois recrea la ambigüedad en su desfile mixto; Francis Montesinos busca en los reflejos del negro mediterráneo una luz propia; Juanjo Oliva se recrea en el patronismo volumétrico de elegancia, y Victorio & Lucchino depuran su inveterado e inconfundible estilo con elementos de vibrante modernidad que harán un contraste entre lo vernáculo y el futuro.

Las tendencias están por ver, y hay muchos tópicos y lugares comunes en las predicciones de los gurús con predicamento. El negro y sus variantes de anticolor serán los protagonistas; los tejidos tecnológicos y la conciencia ecológica comienzan a ganar la partida y los largos se sumen variados, pero mostrando el cuerpo.

La Pasarela Cibeles pasó por horas bajas, pero remonta. Prueba de ello es la firmeza de los patrocinios. Firmas como Nokia, Canon, L'Oreal y Möet, que internacionalmente están muy implicados en los salones de París, Londres y Nueva York, han apostado también en serio por la pasarela madrileña. Todos los especialistas del sector reconocen que hoy día, sin estos apoyos económicos y logísticos, una pasarela que se pretenda importante e internacional, no podría existir.