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Reportaje:

Soñando con Elvis Presley

La película 'Hounddog', que incluye una violación a una niña de 12 años, provoca una fuerte polémica en el festival de Sundance

Yolanda Monge

En la América sureña, una niña se sobrepone a la violencia y a la pobreza de su vida diaria, al maltrato de un padre abusivo y a una abuela alcohólica soñando con Elvis Presley. La obsesión por su ídolo provoca que un adolescente la convenza de que tiene entradas para uno de sus conciertos. La pequeña, de 12 años, muerde el cebo y accede a acompañar al chico a un lugar donde acabará siendo violada.

La cámara enfoca la cara de asco y disgusto de la niña. Se ve una mano golpear el suelo. Se ve a la niña caer. Se oyen gemidos, de placer y de dolor. Se escucha un llanto. No se contempla sexo explícito.

Dura la secuencia poco más o menos un minuto pero la polémica se remonta a meses. La cumbre del escándalo se ha alcanzado con el pase de la película Hounddog, dirigida por Deborah Kampmeier, en el festival de cine independiente de Sundance (Park City, Utah).

En Internet se pide que se detenga a la realizadora por pornografía infantil

Cuando Hounddog se estaba filmando el pasado verano en Wilmington, Carolina del Norte, los rumores de que se rodaba una secuencia con una violación infantil azuzaron a las voces más conservadoras y se reclamó censura. Tanto Fox News como algunas páginas web, entre ellas Minor Consideration (minorcon.com), alegaron que la actriz que representa a la niña, Dakota Fanning -que cumplirá 13 años el próximo mes-, estaba siendo explotada. El activista católico Bill Donahue pidió que se boicoteara el filme.

Fanning defiende su trabajo y la película, del mismo modo en que lo han hecho los organizadores de Sundance un día después del pase del filme, quienes han dicho que la directora, Deborah Kampmeier, fue valiente al abordar un "material desafiante".

Hounddog compite en la categoría dramática del festival. "No es una película sobre una violación", dijo Fanning a Associated Press. "Ése ni siquiera es el tema del filme".

"No hay excusas", afirmó Paul Petersen, presidente de Minorcon.com y defensor de los derechos de los niños actores -él mismo fue un actor infantil en la década de los sesenta-. "El simple acto de filmar la secuencia es ilegal y Hollywood no puede ignorar las leyes. Si hubieran representado un personaje de 15 años interpretado por una actriz de 19 no habrían oído una sola palabra de mi parte", concluye. Según Petersen. Hounddog infringe la ley federal de pornografía infantil, normativa que cubre cualquier material en el que "parezca" que hay menores involucrados en una conducta sexual.

El guión de Hounddog no es acerca de una violación, versa sobre el ciclo infinito de la violencia. Casi todos los personajes están marcados por la desgracia, son huérfanos, tienen heridas invisibles imposibles de cicatrizar, han estado reprimidos y se han convertido en seres abusivos y destructivos.

Hounddog es la historia de Lewellen, interpretada por Fanning (La guerra de los mundos, Man on fire; Charlotte's web...), una niña de 12 años que una noche es despertada por su padre desnudo (David Morse) cuando se introduce en su cama; una niña que ofrece besos a un chico a cambio de que le enseñe su sexo; una niña que finalmente es violada cuando es engañada con el señuelo de obtener entradas para ver a Elvis. Lewellen sufre más de una violación. Su abuela la viola sistemáticamente, aunque sea con su mirada.

Kampmeier -directora y escritora, es ésta su segunda película después de Virgin- ha asegurado a todos los medios que le ha llevado más de 10 años hacer la película, en gran parte debido a la secuencia de la violación. "Éste es un asunto silenciado en nuestra sociedad. Hay muchas mujeres que viven en soledad esta misma historia".

En Internet se pide que se detenga a Kampmeier por pornografía infantil. La directora ha contestado que el fiscal del distrito de Wilmington tiene mejores cosas que hacer. Como perseguir verdaderos crímenes sexuales, como el de la niña de 10 años embarazada por su padre. "Todo esto sale en los periódicos y nadie hace nada". "Sin embargo, yo recibo decenas de llamadas diarias con amenazas y la gente insiste en que mi película sea prohibida".

Robin Wright Penn, Dakota Fanning y Deborah Kampmeier (de izquierda a derecha), fotografiadas el martes en el festival de Sundance.
Robin Wright Penn, Dakota Fanning y Deborah Kampmeier (de izquierda a derecha), fotografiadas el martes en el festival de Sundance.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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