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El campo pierde población al abandonar los cultivos más de 20.000 personas en 2006

Las organizaciones agrarias reclaman medidas que incentiven el relevo generacional

Ginés Donaire

El campo andaluz sigue perdiendo población activa a un ritmo galopante. Según datos del sector, durante el último año abandonaron la agricultura y la ganadería en Andalucía más de 20.000 personas, con el consiguiente abandono masivo de explotaciones. Las organizaciones agrarias coinciden a la hora de reclamar medidas urgentes para incentivar el relevo generacional, que se encuentra seriamente amenazado. Las reconversiones que han sufrido varios cultivos por las reformas comunitarias (el algodón) y la pérdida de rentabilidad del sector lácteo de vacuno y ovino están detrás de estos datos.

Cada día abandonan el campo en Andalucía un total de 222 personas. Aunque en el último año también hubo que registrar la incorporación de 1.500 nuevos jóvenes a la actividad agraria, el saldo es claramente negativo y la tendencia es a la baja desde hace más de una década.

Según los datos del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) y el Régimen Especial de Autónomos, la agricultura andaluza ha perdido desde 1995 el 40% de sus activos.

En el último año, según datos de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), el número de afiliados de trabajadores del Régimen Especial Agrario por cuenta ajena descendió un 4,1%, y el de cuenta propia un 2,5%.

Estos datos están en consonancia con la situación nacional, pero la incidencia en Andalucía es especialmente significativa por cuanto representa el 30% de la población activa agraria del país, con cerca de 300.000 ocupados. Eso se traduce también en el abandono de explotaciones, que sólo en la década que va desde 1989 a 1999 se redujeron en 58.500.

"Hay una pérdida de ilusión entre los agricultores y ganaderos porque no ven claro su futuro porque las condiciones en el medio rural no son atractivas", asegura Ricardo Serra, presidente de Asaja en Andalucía, que echa en falta una política agraria nacional con una "apuesta clara" por la incorporación de jóvenes. Por si fuera poco, Serra sostiene que algunas reformas comunitarias de la PAC han sido "la puntilla" para varios cultivos.

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Las organizaciones coinciden también en apuntar que las medidas que hay son escasas e insuficientes. Sirva como ejemplo un programa de la Unión Europea para incentivar la jubilación anticipada de los agricultores a través de la cesión de derechos a sus hijos o descendientes directos, una línea de ayudas a la que sólo se acogieron el último año tres agricultores en Andalucía.

"Los agricultores se jubilan y no hay relevo generacional", abunda Agustín Rodríguez, secretario general de UPA en Andalucía, que aboga por dimensionar las explotaciones agrarias para hacerlas más viables. La última amenaza para el empleo agrario es, según la UPA, la propuesta de reforma de la OCM de frutas y hortalizas que ayer presentó la Comisión Europea. Rodríguez la califica de lesiva para Andalucía y cree que expulsará activos del sector. "No sólo no se resuelven los problemas que ya existían, sino que se agravan, al tiempo que se producirá una merma en la renta de los agricultores".

Excesiva burocracia

Desde la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) se añaden otras causas que explican la pérdida de activos en el campo andaluz. Según un informe elaborado por esta organización, la compleja y excesiva burocracia es una de las principales causas del cada vez mayor retraimiento de los jóvenes de la agricultura.

En el informe se alude a una situación "caótica" derivada de retrasos superiores a dos años en la resolución de los expedientes, continuos cambios de criterio en la aplicación de las medidas y falta de fondos suficientes para cubrir la demanda, "motivando el cierre de la ventanilla en varias ocasiones, generando un descontento y desánimo entre los beneficiarios de las mismas". Eduardo López, secretario de Organización de COAG en Andalucía, asegura que "el sector se encuentra en una dinámica de abandono, con pérdida de activos debido a la falta de relevo generacional y en permanente reconversión".

Mientras tanto, desde la Consejería de Agricultura se defiende que la renta agraria creció durante 2006 en Andalucía un 3,1% -frente al 0,1% de subida nacional- y se elevó a 8.185 millones de euros, una cifra que supone el 34% de la renta agraria total de España.

La COAG acusa al consejero, Isaías Pérez Saldaña, de "maquillar" las cifras, y le recuerda que el número de agricultores ha descendido, con lo cual el incremento de la renta agraria se debe también al hecho de dividir entre menos activos.

EL CAMPO EN DATOS

La agricultura andaluza ha perdido desde 1995 el 40% de sus activos.

El campo ocupa a 300.000 personas.

La renta agraria creció un 3,1% en 2006.

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