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Hugo Chávez admite que Fidel Castro está gravemente enfermo y "batalla por la vida"

El presidente venezolano reactiva las dudas y la polémica sobre la salud del líder cubano

Juan Jesús Aznárez

El presidente venezolano, Hugo Chávez, reactivó las dudas y la polémica sobre la salud de Fidel Castro al afirmar en Río de Janeiro que el líder cubano "batalla por la vida", y que "su situación no es nada fácil", aunque mejora lentamente. La evolución médica de Castro, secreto de Estado, sufre las secuelas, complicaciones e incertidumbres posoperatorias propias de la gravísima dolencia intestinal padecida por un paciente de 80 años al que se intervino quirúrgicamente, de urgencia, a finales de julio del pasado año.

"El hecho de que hablara telefónicamente con Chávez hace algunos días es significativo, ¿no?", dijeron las fuentes consultadas en La Habana. "Y no sólo habló con Chávez, también ha tenido largas conversaciones con otros colaboradores". El último contacto del gobernante venezolano con su amigo y mentor político, al que visitó frecuentemente en la capital cubana, fue telefónico y duró media hora. Mientras tanto, Raúl Castro y su equipo en el Partido Comunista Cubano (PCC) dirigen un país volcado en su rutina diaria, sin señales de alarma en sus calles, y progresivamente convencido de que la muerte del hombre que ha determinado sus vidas durante cerca de medio siglo es posible y deberá ser aceptada como un hecho natural.

Las manifestaciones de Chávez fueron efectuadas durante el discurso de agradecimiento por la medalla Tiradentes, concedida por la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, al término de la cumbre del Mercosur. "Yo no puedo dar detalles, porque no soy el médico. Fidel no sé cuándo morirá, ojalá viva 80 años más", dijo. "Como el Che Guevara, nunca morirá. Está de nuevo en la Sierra Maestra [donde comenzó la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista, derrotado en el año 1958], está dando una batalla por la vida. (...) Está atravesando una situación nada fácil, pero como él dice, la máquina que hay que reparar tiene 80 años, y vaya qué 80 años. Son como 800".

De acuerdo con las informaciones disponibles, los momentos más alarmantes de la convalecencia, con complicaciones posoperatorias que hicieron temer por su vida, sobrevinieron hace algunos meses.

"¿Y qué tal si cualquier día aparece en público? Pues que quedarían desmentidas todas las informaciones alarmistas publicadas en la prensa internacional", dijo un miembro del PCC. Pero no parece previsible, a corto plazo, esa comparecencia física. "Hay quienes quieren que Fidel se muera, y andan repitiéndolo todos los días que ya está muerto, que ya se murió", agregó Chávez en Río. "No, hace unos días hablé con él por teléfono, y hablamos cerca de media hora. Queremos que se recupere y él sigue progresando, aun cuando lentamente".

El médico español, José Luis García Sabrido, jefe de cirugía del hospital Gregorio Marañón, de Madrid, que en diciembre examinó al paciente y asesora al equipo cubano, dijo a la agencia Reuters que Castro mejora: "Tengo informaciones recientes de que la recuperación es lenta pero progresiva". No obstante, afronta retrocesos imposibles de anticipar, pero dada la edad del paciente el pronóstico es grave. "Cualquier desequilibrio, naturalmente, puede inducir complicaciones. No tenemos la capacidad de predecir qué es lo que va a ocurrir con esa actitud, pero sí tenemos la capacidad de observar lo que está ocurriendo", añadió.

El presidente cubano no ha sido visto en público desde el día 26 de julio pasado, cinco días antes de transferir temporalmente el poder a su hermano Raúl, de 75 años, ministro de Defensa y segundo secretario general del PCC. Las últimas imágenes del enfermo fueron difundidas el pasado 28 de octubre por la televisión cubana. Se le veía delgado y demacrado. El 30 de diciembre, en un mensaje conmemorativo del 48 aniversario de la Revolución, comunicó a sus compatriotas, en una nota leída en televisión, que la recuperación física está "lejos de ser una batalla perdida".

De todas formas, los 11 millones de cubanos parecen haberse hecho a la idea de que Castro no es inmortal. "Las reacciones hubieran sido más imprevisibles si Fidel se hubiera muerto de golpe, pero con esta convalecencia tan larga la gente va tomando conciencia de que, aunque desaparezca, el país sigue adelante con Raúl", opina un funcionario. "El comandante puede recuperarse totalmente, pero de hecho se ha producido una sucesión, no una transición". Y los sucesores, miembros del partido, gobiernan más colegiadamente.

El vicepresidente Carlos Lage, de 55 años, es el hombre con más visibilidad política después de Raúl Castro. Otros dirigentes con importantes competencias e influencia son el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, de 41 años; José Ramón Balaguer, de 74 años, ministro de Salud Pública y ex jefe de Educación Ideológica; Ricardo Alarcón, de 68 años, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento); José Ramón Machado Ventura, de 76 años, miembro del buró político; Esteban Lazo, de 62 años, dirigente negro que encabezó la delegación cubana en la Asamblea General de las Naciones Unidas, y Francisco Soberón, de 62 años, presidente del Banco Central.

"Y no habrá división entre los revolucionarios cubanos. (...) No habrá ambiciones, ni egoísmos", afirmó Lage en un acto, saliendo al paso de quienes anticipan tensiones y pugnas por el poder en el seno del PCC a la muerte de Fidel Castro. Las apuestas de la mayoría de los analistas señalan que el equipo al cargo abordará en el futuro algún tipo de apertura económica, al estilo chino o vietnamita, aunque manteniendo inamovibles las estructuras políticas.

Hugo Chávez visita a Fidel Castro en La Habana el pasado 13 de agosto.
Hugo Chávez visita a Fidel Castro en La Habana el pasado 13 de agosto.REUTERS

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