Los británicos aman el Jerez

La más exquisita combinación de un menú de tres platos con vinos de Jerez y manzanilla se hace en Reino Unido. Así lo decidió anoche un jurado presidido por Juli Soler, del restaurante El Bulli de Ferrán Adriá, en el concurso internacional Copa Jerez. Los expertos dictaron su veredicto tras degustar las propuestas de ocho parejas de cocineros y sumilleres de Bélgica, Reino Unido, Estados Unidos, España, Dinamarca, Alemania, Holanda y Japón seleccionados de entre 4.000 aspirantes.

Durante la mañana, la escuela de hostelería de la ciudad fue un continuo ir y venir de platos y copas que se iban presentando cada 15 minutos ante el solemne jurado. Tras una frenética mañana de fogones y la pausada degustación, sólo quedaba esperar el resultado. Por segundo año consecutivo, los británicos consiguieron la mejor combinación en el paladar entre un bocado de un manjar bien elaborado y un sorbo de vino de Jerez.

Vieiras celtas, puré de castaña, manzanas y tacos de bacon ahumado, con manzanilla de Sanlúcar; pichón de Anjou, coles de Bruselas con hilos de carne de confit, remolacha, barquillo de patata y zumos de pasas, con palo cortado de Jerez; plátano caramelizado, pastel de avellanas, helado de chocolate y crema de plátano, con moscatel del marco: estos son los mejores maridajes del mundo hechos con vinos de la denominación de origen de Jerez que han presentado el cocinero Kevin Sutherland y el sumiller James O'Donnell.

Con este certamen la denominación andaluza trata de lograr que los caldos del marco sirvan para acompañar cualquier plato en la mesa.

Algunos países lo tienen mas complicado que otros. El sumiller belga Mauricio Fiorelli, tras hacer una combinación de langostas, ostras y algas con manzanilla bien seca, reconocía que en su país "todos los restaurantes tienen fino o manzanilla de aperitivo, pero pocos conocen el perfecto maridaje de olorosos o amontillados en la mesa, por ejemplo, con una buena carne". Mejor incluso ligan los caldos jerezanos con la gastronomía japonesa. Los nipones se alimentan a base de pequeños aperitivos. "Nosotros comemos sin orden y empezamos por lo que más nos gusta. Son tapas variadas, así es que el vino de Jerez es perfecto para el menú", apunta la experta Yoshiko Akehi.