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Entrevista:GEORGE W. BUSH | Presidente de Estados Unidos | El conflicto de Irak

"No estamos ganando en Irak"

Esta entrevista de 25 minutos fue realizada el 19 de noviembre en el Despacho Oval por los redactores de The Washington Post Peter Baker, Michael A. Fletcher y Michael Abramowitz. Antes de comenzar, George W. Bush se adelantó a las preguntas: "Un par de cosas antes de empezar. Obviamente, he estado pensando y hablando con mucha gente sobre la forma de proceder en Irak y la forma de proceder en esta lucha ideológica. Quiero compartir con usted una idea que he tenido, y me inclino a creer que debemos incrementar nuestras tropas, el Ejército, los marines. He hablado sobre ello con el secretario [de Defensa Robert] Gates, y va a pasarse un tiempo hablando con la gente del edificio y regresará con una recomendación sobre cómo seguir adelante con esta idea. Quiero darle un poco de tiempo para asentarse. Así que abordaré esto después de consultarlo con él".

"Me inclino a creer que debemos incrementar nuestras tropas, el Ejército y los 'marines"
"Me gustaría ver a los soldados regresar a casa, pero no sin lograr nuestro objetivo"
"Estamos en una lucha ideológica con la que nuestro país lidiará durante mucho tiempo"
"No hay duda de que Irak ha sido un elemento importante en las elecciones"
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Más Ejército para la "guerra ideológica"

Pregunta. ¿Está hablando sobre los soldados en Irak y no...?

Respuesta. No; estoy hablando sobre el tamaño total.

P. ¿Sobre el tamaño total del Ejército? ¿Tiene una idea aproximada sobre cuánto?

R. Voy a esperar a Gates. Como le digo, tiendo a pensar que es importante y necesario hacerlo. Esta guerra ideológica en la que estamos sumidos va a durar un tiempo y vamos a necesitar un Ejército capaz de mantener nuestros esfuerzos y ayudarnos a lograr la paz.

P. Así que usted no ha tomado una decisión sobre Irak...

R. No, no lo he hecho. Y voy a tomarme mi tiempo para asegurarme de que, cuando salga la política, el pueblo estadounidense vea que tenemos un nuevo camino para alcanzar un objetivo importante, que es un país que pueda gobernarse, mantenerse y defenderse.

P. ¿Opina usted que estamos ganando en Irak?

R. Creo que una fórmula interesante que utiliza el general Peter Pace es que "no estamos ganando, ni estamos perdiendo". Se han producido algunos acontecimientos muy positivos. Y si retrocedemos y observamos el progreso en Irak, bueno, es sorprendente: una democracia constitucional en el corazón de Oriente Próximo, lo cual es un hecho extraordinario en sí mismo. Creo que el verdadero problema al que hacemos frente es la violencia sectaria, con la que debemos lidiar. Así que parte de mi evaluación política trata sobre cómo abordarla de un modo que luego permita al pueblo iraquí vivir en una sociedad más segura, de manera que el Gobierno pueda demostrar al pueblo lo que vale, diciendo: "Podemos ayudaros". Y una de las principales funciones del Gobierno es proporcionar seguridad. Nuestro trabajo consiste en ayudar a los iraquíes a proporcionar esa seguridad. Y presentaré un plan que nos permitirá alcanzar ese objetivo. Por cierto, hay otras amenazas. Si lo piensa, es una guerra con múltiples frentes. Está la discordia chií en el sur; están los atentados suníes, buena parte de los cuales son obra de Al Qaeda. Muchos de ellos son ex baazistas y partidarios del régimen enfadados porque Sadam ya no está en el poder, y son una fuente de conflictos en la provincia de Al Anbar. Y tenemos una campaña muy sólida. El tercer ámbito del conflicto, uno que suscita mucha atención, como debe ser, es la violencia sectaria que se está produciendo en Bagdad. Entiendo que tenemos que ayudar a los iraquíes a lidiar con eso. Así que mi idea es que muchas de nuestras sesiones estratégicas giren en torno a cómo abordar mejor este problema. Y todavía me queda más trabajo por hacer, y en su momento daré a conocer el camino que debe seguir el país.

P. Teniendo en cuenta los resultados de las elecciones, ¿aumentar el número de soldados en Irak es una opción viable?

R. Sí, todas son viables.

P. ¿Teniendo en cuenta la voluntad política que hay ahí fuera?

R. Todas las opciones son viables. Creo que la gente quiere un par de cosas. Quiere ver a los demócratas y a los republicanos trabajar juntos para alcanzar un objetivo común, y quiere que ganemos en Irak. Mucha gente comprende que si abandonamos Irak habrá consecuencias funestas, o dicho de otra manera, si nos vamos antes de acabar el trabajo. Hay algunos, bastantes, que no están satisfechos con los progresos que se han hecho en Irak y que esperan ver una estrategia distinta para conseguir una meta importante.

P. Pero los resultados de las elecciones dieron a entender que la gente quiere poner fin a la aventura en Irak. Ésa parecía ser la clara lección. ¿Qué muestras hay de que usted esté escuchando ese parecer?

R. Yo quiero lograr el objetivo. Sé que los estadounidenses están muy preocupados por una amenaza externa, que reconocen que el fracaso en Irak envalentonaría a esa amenaza externa, y que esperan que esta Administración escuche al pueblo, y trabaje con los demócratas, con el Ejército y con los iraquíes para idear un plan que nos permita lograr el objetivo. No hay demasiada gente que diga: "Salid ya". La mayoría de los estadounidenses dicen: "Queremos alcanzar el objetivo".

P. ¿Podemos volver a la fórmula del general Pace de que no estamos ganando ni perdiendo? El 24 de octubre, usted dijo: "Estamos ganando, no hay duda".

R. Sí, eso fue una muestra de mi convencimiento de que vamos a ganar. Mire, tengo cuatro circunscripciones con las que hablo de manera habitual: una es el pueblo estadounidense, cuya frustración con los progresos en Irak está justificada. Y esperan que el comandante en jefe y la gente de Washington apoyen a nuestros soldados. El respaldar a nuestros soldados no sólo implica un buen equipo, una buena paga o una buena vivienda; también significa un plan que ayude a alcanzar el objetivo. La segunda es el enemigo. Todavía no he terminado.

P. Por supuesto.

R. El enemigo quiere saber si EE UU sigue teniendo o no la voluntad de seguir comprometido en esta lucha ideológica. No cree que sea así. Eso es lo que dicen, y creo que eso es lo que piensan. El tercer grupo con el que hablo son los iraquíes. Se preguntan si EE UU tiene voluntad de ayudarles a conseguir sus objetivos. Eso es lo que se preguntan. Los líderes con los que he hablado se preguntan si sí o si no, qué significan las elecciones, qué significa la comisión Baker-Hamilton. Pero, en el fondo, están diciendo: "¿Van a abandonarnos de nuevo?". Y ésa es una pregunta importante para la que necesitan una respuesta, porque para que tomen decisiones complicadas y para que se arriesguen por la paz habrá que garantizarles que gozarán de apoyo. Y el cuarto grupo es el Ejército. Nuestros soldados se preguntan si nuestro país les respalda, y sí lo hace. Se preguntan si la misión, el sacrificio y el duro trabajo que están realizando vale o no la pena. Y deben saber por el comandante en jefe que no sólo vale la pena, sino que les apoyo firmemente y creo que su trabajo llevará a la victoria.

P. Algunos de los que apoyan la guerra y a usted desde el principio han empezado a plantear públicamente la pregunta: ¿en realidad ha sido la idea lo que no ha salido muy bien o ha sido su ejecución?

R. La verdad es que nunca he hecho esa pregunta. Creo que es justificable y necesaria. Es evidente que la guerra no... Los resultados sobre el terreno no se han producido con la rapidez que yo esperaba, y parte de este proceso de revisión consiste en desarrollar nuevas estrategias y tácticas para poder acelerar el triunfo. Me gustaría ver a los soldados regresar a casa. Pero no quiero que vengan a casa sin lograr nuestro objetivo, porque comprendo lo que ocurre si hay un fracaso. Y voy a seguir repitiéndolo una y otra vez: creo que estamos en una lucha ideológica con la que nuestro país lidiará durante mucho tiempo.

P. ¿Por qué no ha relevado a ningún general? ¿Indica que está satisfecho con la estrategia militar que han seguido?

R. Estamos evaluando la estrategia, porque no hemos logrado los resultados tan rápido como queríamos. Y las cuestiones de la cadena de mando son asuntos que se propagan a través del Pentágono. Hay una clara cadena de mando a la que me adhiero, y me parece importante que el comandante en jefe haga eso.

P. Si analiza las elecciones de noviembre, ¿las ve como un rechazo hacia la guerra en Irak y el hecho de que no estemos ganando allí, o es también un juicio sobre su liderazgo en general?

R. Creo que no hay duda de que Irak ha sido un elemento importante en las elecciones. A la gente le inquietaba la falta de progresos. Cuando uno enciende el televisor y ve bombas y muertes, y lee sobre las decapitaciones o la violencia sectaria, EE UU se inquieta. Y la gente se pregunta si tenemos un plan que pueda tener éxito. Puedo entender ese grado de frustración.

P. Quisiera volver a su primera afirmación. Ha hablado sobre el tamaño del Ejército. Colin Powell decía en un programa dominical que el Ejército está a punto de desbaratarse. ¿Cree que eso es cierto?

R. Ya lo escuché. Hemos estado transformando nuestro Ejército para que sea más ligero, letal y fácil de trasladar, y esa transformación ha sido muy importante. Segundo, hemos estado modificando nuestra postura de fuerza en todo el mundo para reflejar las amenazas del siglo XXI, y ésa ha sido una reforma muy importante. También creo que las recomendaciones que he oído de fuera de nuestro Gobierno—sobre todo en el Pentágono— de que debemos pensar en ampliar nuestra estructura de fuerza tiene sentido, y trabajaré con el secretario Gates para hacerlo. Gates volverá y me informará...

P. ¿Pero nuestro Ejército está prácticamente desbaratado o no?

R. Quienes lo sabrán mejor son la gente del Pentágono. Yo no he escuchado la palabra "desbaratado", pero sí la palabra "estresado". Mis peticiones presupuestarias reflejarán lo que muchos miembros del Congreso y el Pentágono han estado diciendo: que necesitamos reformar nuestro Ejército. No cabe duda de que se ha utilizado mucho al Ejército. Y la pregunta esencial es si los republicanos y los demócratas serán capaces de trabajar con la Administración para garantizar a nuestro Ejército y al pueblo estadounidense que posicionaremos a nuestro Ejército de modo que esté listo y pueda seguir participando en una larga guerra y en esta lucha ideológica.

Traducción de News Clips.

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