AVA y La Unió auguran el abandono de un tercio de las explotaciones agrarias

"Un 35% de la superficie citrícola podría desaparecer el año que viene o sostenerse exclusivamente para mantener el campo". "Entre 1999 y 2003, han abandonado más de 73.000 titulares de explotaciones, un tercio del total". Los análisis paralelos sobre el año agrícola presentados ayer por la Asociación Valenciana de Agricultores y Unió-COAG coinciden al sembrar la alarma sobre la renuncia de los agricultores a mantener sus campos y al vaticinar que un tercio de las explotaciones desaparecerán en breve si no se garantizan precios mínimos a los productores.

Cristóbal Aguado, presidente de AVA, arrancó el balance del ejercicio agrícola sin paliativos: "La situación del campo es desesperada". El reciente pacto de caballeros entre las cooperativas y los operadores comerciales de cítricos para garantizar que se cubran unos costes mínimos para los productores es apenas un síntoma de un problema endémico que se extiende a toda la producción agrícola valenciana, a tenor de los análisis de las dos grandes organizaciones de productores.

En ausencia de Joan Brusca, secretario general de Unió-COAG que fue ingresado de urgencia el lunes a raíz de una insuficiencia respiratoria y permanece, fuera de peligro, en la unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de Valencia, Miquel Oltra coincidió con Aguado al sugerir que el acuerdo sobre precios mínimos no pasa de ser un parche que palia una situación de ruina pero no garantiza en absoluto la renta mínima para los agricultores en el campo.

Aguado arremetió contra todas las administraciones que han consentido el abandono del campo, contra los agricultores que no están afiliados a organizaciones agrarias y, sobre todo, contra la Comisión Europea, que ha dejado caer en el olvido la Política Agraria Común, "uno de los pilares de la Unión Europea", recordó el presidente de AVA.

Según Aguado, la Comisión Europea no respeta las decisiones del Parlamento Europeo ni del Consejo Económico y Social ni siquiera de las universidades europeas y condena a la agricultura mediterránea a una desaparición inexorable en el plazo máximo de diez años. "Ya es hora de que Europa tenga un gobierno y un parlamento de verdad", clamó Aguado.

De acuerdo con las estimaciones de AVA, la renta de los agricultores españoles "que producen frutas y hortalizas ha caído un 12% en los últimos años mientras que en Europa ha crecido un 25%".

Aguado condenó expresamente que, a pesar del pacto de precios mínimos para los cítricos, "un 90% de las naranjas que se recogen se venden a resultas", es decir, los operadores comerciales se permiten el lujo de liquidar a los agricultores la cantidad que consideren conveniente si logran obtener un beneficio adecuado a sus expectativas.

Después de dos ejercicios con pérdidas millonarias en el sector citrícola -270 millones de euros según estimaciones de la Consejería de Agricultura- "otra campaña desastrosa supondría el abandono del 35% de los citricultores", vaticinó Aguado.

Las previsiones de Unió-COAG no son más halagüeñas. Miquel Oltra aseguró que los técnicos del sindicato de productores estiman que las pérdidas de la presente campaña citrícola se elevarán a unos 180 millones de euros.

Tanto Aguado como Oltra reclamaron algún tipo de garantía de precios mínimos para los agricultores a través de una ley de márgenes comerciales o cualquier otro instrumento que garantice la renta de los productores.

El informe de Unió-COAG extiende sus previsiones a la campaña de frutos secos y de viñedos, que junto a los cítricos representan más de la mitad de la producción final agrícola valenciana, con conclusiones igualmente demoledoras.

Unió-COAG denuncia la imparable caída del precio de la almendra y sugiere que "el anormal funcionamiento del mercado puede tener su origen en decisiones colectivas adoptadas por determinados operadores que podrían ser contrarias a la competencia y el libre mercado". AVA apunta la caída de precios de la almendra en "más de un 35% respecto a las cotizaciones del año pasado", pero evita apuntar culpables.

Respecto al viñedo, Unió-COAG augura unas pérdidas conjuntas en torno a los 75 millones de euros en la presente campaña mientras que AVA subraya que los precios de venta de diversas variedades no cubren los costes de producción y que las escasas variedades que salvan la campaña lo logran a costa de una severa disminución de la superficie de cultivo.