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Los madereros piden diseñar la Ley de Montes para duplicar pinos y eucaliptos

La industria deslocaliza la fabricación de maderas nobles por la ausencia de robles en Galicia

Las principales industrias madereras gallegas, integradas en la Asociación Monte Industria, han reclamado formalmente a la Xunta participar como ponentes en la nueva Ley de Montes de Galicia que elaborará la Consellería de Medio Ambiente. Las empresas quieren duplicar la masa forestal de pinos y eucaliptos, para pasar de 7 a 14 millones de metros cúbicos anuales de madera. O eso o nada. Los expertos del lobby maderero afirman que reforestar con robles es antieconómico, como lo constata la deslocalización masiva de toda la industria gallega basada en el legendario carballo.

La industria forestal gallega quiere llevar la voz cantante en el desarrollo de la nueva Ley de Montes de Galicia, que la Xunta se ha comprometido a aprobar en esta legislatura. Su objetivo es que el bosque deje de ser un problema [incendios] en Galicia "y se convierta en un gran negocio, en un generador de empleo y riqueza, y en un modelo de fijación de la población rural a su medio", según explica un portavoz del lobby maderero que, entre otras empresas integra a las dos compañías más grandes (Finsa y Ence).

La Consellería de Medio Rural (BNG) ha heredado una tramitación que se pudre sin solución desde 1989 y que ningún responsable autonómico ha sido capaz de pactar con todo el sector.

"No sólo pedimos pinos y eucaliptos. Por supuesto que habrá que plantar robles en Galicia, pero todo el mundo debe saber que intentar montar una industria del roble es a 50 años vista, y no para el corto plazo que es lo que necesita el monte y la economía gallega", señala Juan Picos, ingeniero forestal y gerente de la Asociación Monte Industria.

Picos explica que en rendimiento de eucaliptus globulus, la especie de mayor crecimiento mundial, Galicia no tiene competencia, "mientras que en roble aún tendríamos que generar un capital que no tenemos y en el que otros, como el Este de Europa o Estados Unidos, ya están muy desarrollados".

En opinión de las mayores empresas madereras gallegas, si la Xunta no aprovecha la nueva Ley de Montes para atraer inversiones al desarrollo de eucalipto y pino, comenzará una fase de deslocalización en producción de tablero.

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Deslocalización industrial

El sector empresarial gallego constata que los inversores no buscan la producción de maderas nobles en Galicia. En los últimos cuatro años, las principales industrias han instalado o comprado nueve plantas de producción en el extranjero. La deslocalización ha sacado 60 millones de euros en inversiones protagonizadas por Losán, IG Maderas Iglesias, Finsa y Tafisa.

Todas las empresas han ido a instalarse en los lugares donde pueden abastecerse de robles (y en menor medida, hayas y arces) para la producción de muebles, puertas y suelos de maderas nobles. Maderas Iglesias ya es el mayor importador de roble americano de Europa y hasta la inmobiliaria coruñesa Fadesa se ha hecho con la propiedad de dos grandes plantas de este tipo de producción en Rumanía.

¿Qué dice la Xunta? El director general de Montes, Alberte Blanco, asegura que dará audiencia a la industria en la nueva ley que ordenará el bosque gallego. "Por supuesto", dice Blanco, "que la Ley de Montes es del sector y va a ser debatida con el sector". Pero, ahora mismo, su prioridad es cortar la madera quemada el pasado verano y afrontar un plan antiincendios que evite otra catástrofe en 2007.

Sube un 112% la importación de robles en Galicia

Las importaciones de robles y otras maderas nobles han aumentado en Galicia en un 112% en los últimos seis años. El 2006 se cerrará con un récord histórico de importaciones por valor de 246 millones de euros.

Los principales compradores son las grandes compañías que, como Losán o IG Maderas Iglesias, distribuyen desde Galicia los productos fabricados por sus filiales en el extranjero. Pero también se han disparado las importaciones de maderas nobles para pequeños aserraderos gallegos que no encuentran materias primas en Galicia para la producción de chapas finas. Otro de los grandes importadores gallegos es la cadena viguesa Pórtico, una las principales marcas de venta al por menor.

Las industrias consultadas aseguran que a la deslocalización de la industria del roble puede seguirle la del tablero, e incluso la de la pasta de papel, si la nueva Ley de Montes no prevé sus necesidades de crecimiento. Tafisa, la maderera portuguesa de origen gallego, ya tiene más producción en Suráfrica que en Galicia; Finsa está estudiando fuertes inversiones en eucalipto en Suráfrica, y el grueso del plan de inversiones de Ence hasta el 2011 se concentrará en Uruguay, por la riqueza de abastecimiento de eucalipto.

Frente a la industria se sitúan ecologistas y defensores de un uso no industrial del monte. "Claro que se puede dedicar el bosque gallego a robles y setas. La industria se deslocalizará porque puede irse. Pero el problema son los propietarios, que no se pueden ir", advierte Juan Picos, de la Asociación Monte Industria

Ence traslada a su consejero delegado a Pontevedra

El grupo empresarial Ence trasladará a principios de año a su nuevo consejero delegado, Pedro Oyarzábal, de Madrid a Pontevedra. El objetivo es situar en Galicia la gestión central del grupo y abrir las negociaciones para reubicar la factoría de pasta de papel y abrir una papelera.

El portavoz de Ence informó, sin embargo, que el presidente de la empresa, Juan Luis Arregui, no tendrá en Pontevedra su centro de operaciones, tal y como había anunciado la Xunta.

Xunta y Ence están negociando el cierre de la fábrica de Pontevedra (caduca la concesión de Lourizán en zona de protección marítima) y la apertura de una nueva planta industrial, asociada a una fábrica de producción de papel tisú. "No hay ninguna decisión tomada y todo puede suceder", advirtió un directivo de Ence a este periódico.

Ence pertenece en la actualidad a los Albertos (15%), al empresario vasco Juan Luis Arregui (14,8%), Caixa Galicia (8%), Cajastur (5,7%) y Pedro López Jiménez (5%), presidente de Unión Fenosa. La participación de López Jiménez en Ence es indirecta desde julio de este año, a través de las sociedades de cartera Fidalser y Atalaya Inversiones.

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