Cataluña y el País Vasco, empatan

Ya son seis. El restaurante Akelarre (San Sebastián), de Pedro Subijana, ha logrado su tercera estrella Michelin.

La nueva incorporación consigue que dos comunidades autónomas se pongan a la cabeza de este mapa galáctico: tres de tres estrellas en Cataluña (El Bulli, de Ferran Adrià; Can Fabes, de Santi Santamaria, y Sant Pau, de Carme Ruscalleda) y tres de tres estrellas en el País Vasco (Akelarre, de Pedro Subijana; Arzak, de Juan Mari Arzak, y Martín Berasategui). España confirma así su buen lugar en el club de la alta gastronomía.

A las estrellas ya existentes se han sumado varias nuevas: una segunda estrella para el restaurante El Poblet, en Dènia, y se estrenan en la guía Koldo Miranda (Avilés), El Rebost d'en Pere (Banyoles), Miramar (Llançà), Lasarte (Barcelona), Saüc (Barcelona), Evo (Barcelona), La Finca (Elche), Gallery Art & Food (Gijón), Zaranda (Madrid), Mesana (Marbella) y Los Avellanos (Torrelavega).

En total, son 11 los restaurantes españoles que entran en la guía por primera vez, cinco de ellos ubicados en Cataluña. Ismael Alegría, jefe de cocina de Evo, en el hotel Hesperia de L'Hospitalet de Llobregat, no esconde su sorpresa. "Estamos encantandos. Ha sido algo tan rápido... Abrimos el restaurante a finales de mayo y aquí estamos", se congratula.

La cocina de Xavier Franco, del restaurante Saüc, basada en el producto, es otra de las nuevas incorporaciones a la guía. Saüc es un establecimiento pequeño y familiar, pero que busca ofrecer el mejor servicio. Reinterpretan las recetas clásicas y obtienen resultados como el tocino con calamares y las alcachofas con salsa de asado. "La estrella supone asentar nuestro proyecto, un reconocimiento, pasar a la primera línea de fuego", asegura Franco.

En Madrid, Fernando Pérez ha logrado su primera estrella con el trabajo que realiza en los fogones de su local de la calle de San Bernardino, el Zaranda. Reconoce que tenía una esperanza, pese a que hace apenas un año que abrió. Su cocina busca un producto de calidad y se define como rigurosa en la ejecución y clásica en cuanto a las bases.

Pérez asegura que no siempre es fácil trabajar en las grandes ciudades. "Madrid capital es un sitio complicado ya que el suelo está muy caro y esto repercute en los costes. Además, tampoco hay tanto cliente dispuesto a acompañar el restaurante desde el principio", se lamenta.

Muchos de los premiados se encuentran lejos de las grandes ciudades. Es el caso del restaurante Miramar, en Llançà (Girona). Paco Pérez, su responsable, explica que este establecimiento nació como fonda en 1939. Hace 10 años lo reformaron y hoy se dedican a la cocina creativa, catalana y de vanguardia.