Kirchner critica al Banco Mundial por ayudar a una papelera uruguaya

Visiblemente enojado, el presidente argentino, Néstor Kirchner, se refirió ayer al último revés sufrido por su política exterior en el conflicto con Uruguay por la construcción de una papelera, que ha sido la concesión por el Banco Mundial de un millonario crédito para que la obra se realice, pese a la intervención personal ante el organismo del mandatario argentino. Kirchner tachó a Tabaré Vázquez de "intransigente dirigente uruguayo", y denunció que hay intereses internacionales "que quieren convertir en un basurero esta parte del mundo".

El mandatario argentino se mostró especialmente virulento con la prensa local, a la que acusó de no reflejar objetivamente lo sucedido, y nombró directamente a un conocido columnista, Joaquín Morales Solá, quien ayer pidió la dimisión del autor de la carta -ineficaz- que el Gobierno argentino había enviado al Banco Mundial. "Soy yo quien se tiene que ir, porque a mí las cartas no me las escribe nadie", subrayó Kirchner.

La concesión del crédito a la firma finlandesa Botnia para construir una fábrica de pasta de celulosa en las afueras de la ciudad uruguaya de Fray Bentos, a la que Argentina se opone por considerar que es contaminante, ha supuesto un jarro de agua fría para Kirchner. La frontera terrestre entre ambos países está cortada por manifestantes ecologistas.