Los últimos datos del 'Hubble' afianzan la vieja teoría de Einstein sobre la energía oscura
El mayor error de la carrera científica de Albert Einstein no fue, como él creía, proponer el concepto de energía oscura, sino retirarlo. Tras 70 años de completo olvido, los físicos no sólo han rescatado la idea, sino que calculan que esa misteriosa fuerza emanada del espacio vacío integra el 70% del cosmos (el 30% restante es materia, oscura u ordinaria). Y los últimos datos del telescopio espacial Hubble afianzaron ayer la teoría de Einstein.
Los datos del Hubble se refieren a las 24 supernovas (estrellas en explosión) más distantes conocidas. Pertenecen a galaxias situadas a 9.000 millones de años luz de la Tierra, y eso quiere decir que explotaron hace 9.000 millones de años, cuando el universo sólo tenía 4.000 millones de años de edad (ahora tiene 13.000).
Estos resultados han sido analizados por Adam Riess, de la Universidad Johns Hopkins, uno de los físicos que, en 1998, y también utilizando datos de supernovas, forzaron a sus colegas a desempolvar el olvidado concepto de Einstein.
Las supernovas tienen una doble utilidad: su brillo da una medida precisa de su distancia a la Tierra -y por tanto de la edad del universo cuando explotaron-, y su corrimiento al rojo (el efecto Doppler, equivalente lumínico del sonido descendente de un coche al alejarse) indica la velocidad a la que se aleja de la nuestra. Mejor aún: permite calcular la velocidad a la que se alejaba cuando explotó la estrella. Estos datos revelaron, para enorme sorpresa de los físicos, que la expansión del universo era más lenta antiguamente que ahora: la expansión es acelerada, y la fuerza que está detrás de esa aceleración es la energía oscura. Y los últimos datos demuestran que la "energía oscura ya estaba presente hace 9.000 millones de años", en palabras de Riess. Es lo esperable de aquella fuerza repulsiva emanada del puro espacio vacío que imaginó el genio: el gran error de su carrera que nunca lo fue.
