_
_
_
_
Reportaje:

El aceite en un puño

Las cooperativas andaluzas promueven una comercialización común

Las cooperativas andaluzas pusieron en marcha en los años noventa una compañía para comercializar el aceite de oliva, Cecasa. El proyecto no llegó a salir adelante ante la oposición de Defensa de la Competencia. Una década más tarde, las cooperativas están promoviendo una nueva sociedad para la comercialización en común de sus aceites para defender sus rentas.

El objetivo es elevar la concentración de la oferta de graneles y lograr un mercado más estable que beneficie al productor y al consumo
Los envasadores temen que se produzcan una situación de monopolio que perjudique a todos si supone subir el precio y bajar la demanda
Más información
Revolución dorada

El objetivo, según Rafael Sánchez Puerta, responsable de las cooperativas andaluzas, es lograr una mayor concentración en la oferta de aceites a granel y trabajar con todos los operadores con vistas a lograr unos mercados más estables que beneficien al consumidor y al productor. "Es una iniciativa imprescindible para la defensa de las rentas de la producción", afirma, "aunque en principio parezca difícil poner de acuerdo a tantas pequeñas cooperativas".

Sobre una producción media superior al millón de toneladas, las cooperativas suponen casi el 70%. En Andalucía, de unas 500 cooperativas en el sector del aceite, sólo funcionan unas 15 de segundo grado (las que comercializan el aceite de otras cooperativas más pequeñas). Sin embargo, en la práctica, sólo operan como tales cuatro cooperativas de segundo grado (Hojiblanca, Oleoestepa, Jaencoop y Olivar de Segura).

En la actualidad, sobre las ventas totales de aceite de las cooperativas, si se deducen las ventas directas para los socios, el porcentaje de aceite que se comercializa envasado en la gran distribución se limita al 6%. El resto del aceite producido se comercializa como graneles, tanto para el mercado interior como para la exportación.

El objetivo de las cooperativas es constituir una empresa con personalidad jurídica que funcione como cooperativa de segundo grado. Las cooperativas asociadas deberán comprometerse a entregar a la nueva empresa todo el aceite que tuviesen previsto vender a granel. Con este planteamiento, las negociaciones para la venta del aceite estarían en manos de una sola persona, aunque el peso de las decisiones en el grupo no sería el de un voto por cooperativa, sino en función de sus entregas de aceite. En ningún caso este planteamiento, señalan, choca con las reglas de la competencia al no suponer una concentración de la oferta cercana al 60%.

Envasadores vigilantes

Para los responsables de las cooperativas, el objetivo es lograr cotizaciones medias remuneradoras para el sector y que faciliten la demanda. No pretenden colocar las cotizaciones a los 4,20 euros por kilo a los que se llegó a pagar el aceite en algún momento durante la campaña pasada. Pero quieren evitar que los precios se puedan hundir por debajo de los 2 euros en campañas excedentarias. En su opinión, esta misma campaña, con precios récord durante unos meses, se ha traducido en liquidaciones bajas para las cooperativas.

Los envasadores advierten, sin embargo, que, al igual que en su día hicieron con Cecasa, mantendrán una actitud vigilante para analizar el comportamiento de la nueva sociedad y evitar que se infrinjan las reglas de la competencia. Los industriales reconocen el derecho de las cooperativas a organizarse en defensa de sus producciones y mercados. Pero temen que se puedan producir situaciones de monopolio que irían en contra de industriales, consumidores y hasta de los propios productores si, como resultado, suben los precios en exceso y cae la demanda.

Elevado grado de concentración

La venta de aceite de oliva al consumidor vive actualmente un alto grado de concentración, tanto por el volumen de las ventas con marca de las empresas envasadoras como por el peso en aumento de las marcas de las distribuidoras.

En el caso de las productoras, media docena controla una cuota superior al 50% del mercado, donde destaca el liderazgo indiscutible del grupo Sos (Koipe-Carbonell), con el 30%, al que siguen muy de lejos otros grupos como Migasa-La Masía-Ybarra, Aceites del Sur-Coosur, Borges Pont , Hojiblanca o Urzante. Otros grupos como Agribética o Toledo, sin una marca propia de peso, han reducido su posición en el mercado y han tenido que apostar por la marca blanca, la venta para conservas o graneles.

El aceite ha seguido los pasos de la leche en su desarrollo en el segmento de la marca blanca o de la distribución, con una cuota que ya supone en la actualidad más del 40% del mercado. Se trata de un segmento donde hay algunas empresas especializadas en su fabricación, pero al que tampoco renuncia ninguna de las firmas más importantes, aunque los beneficios sean muy cortos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_