Iberoamérica pide que la UE no cierre sus puertas

Los países latinoamericanos hicieron ayer un llamamiento para que Europa no cierre las puertas a la inmigración y mejore las condiciones de vida de los ciudadanos forzados por la situación económica a emigrar al Viejo Continente. Además, reclamaron ayudas, más allá de los programas asistenciales, para acabar con las causas que obligan a emigrar a millones de personas. Así, la primera jornada de la XVI Cumbre Iberoamericana se caracterizó por el tono de reproche adoptado por algunos mandatarios a las condiciones a la inmigración puestas por los países ricos.

Y alguno de los presidentes se puso a sí mismo como ejemplo de ello. Fue el caso del boliviano Evo Morales, quien en su intervención en la sesión plenaria -televisada en directo por decisión de los mandatarios- explicó que la policía del aeropuerto de Barajas le exigió 500 dólares en ocasión de un viaje a España cuando todavía no era presidente. Morales no aclaró que la legislación española exige la demostración de solvencia económica y no el pago de ninguna cantidad, por lo que su versión fue interpretada como la requisitoria de un soborno por los agentes españoles.

Momentos antes intervino el presidente colombiano, Álvaro Uribe, quien dirigiéndose directamente al rey Juan Carlos lamentó que "Europa sea muy restrictiva con muchos emigrantes pero muy ineficaz para frenar la llegada de cocaína". El colombiano llegó ayer por la mañana a Montevideo y su nombre se sumó a la notable lista de ausentes en la inauguración del encuentro el pasado viernes en la que destacan el cubano Fidel Castro, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el colombiano Hugo Chávez y el peruano Alan García.

El presidente argentino Néstor Kirchner, en una intervención en la que no hizo mención alguna al conflicto con Uruguay por la instalación de dos fábricas de celulosa en territorio uruguayo, pidió a Europa que no ayude en la lucha contra la pobreza sólo con programas asistenciales, sino con apoyo en las reformas estructurales que tienen que realizar los países de la zona.

Kirchner -quien se identificó como "latinoamericano" y definió "Iberoamérica" como un foro de diálogo- explicó que su país lleva regularizados en cuatro meses a 200.000 emigrantes en situación ilegal, en el denominado programa Patria Grande, y recordó a los asistentes europeos a la cumbre que su país ha sido generoso históricamente en la acogida de personas de otros países.

Cumbre televisada

Uno de los puntos más criticados de la cumbre ha sido la retransmisión en directo de las sesiones, ya que ha impedido la discusión abierta entre los participantes e impelido a los mandatarios a hacer discursos para la galería. Claro que algunas intervenciones provocaron sorpresa, como cuando en la noche del viernes el vicepresidente cubano, Carlos Lage, inició su intervención asegurando que "emigrar es un derecho que debe ser respetado".

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió 40 millones de euros en un programa de ayudas hasta 2008 a los países centroamericanos. El próximo 30 de noviembre se celebrará una Conferencia de Donantes para Centroamérica, que será presidida por España.

Zapatero destacó además la necesidad de que se produzcan alianzas entre empresas europeas y latinoamericanas, tanto grandes como de tamaño medio, "que contribuyan a fortalecer el tejido productivo y favorecer la integración". El presidente del Gobierno español hizo también una férrea defensa de la legalidad ante el fenómeno migratorio y aseguró que esa legalidad "es el principio y el camino" que se debe seguir.