Sudán no quiere fuerzas de la ONU

El presidente de Sudán, Omar al-Bashir, dijo ayer que su país no aceptará la entrada de fuerzas de pacificación de la ONU en la región de Darfur porque provocaría un gran número de muertos y se produciría una situación igual a la de Irak. "El impacto de nuestra negativa es mejor que el impacto de nuestra aceptación", añadió Bashir.

Sudán ha rechazado el envío de 20.000 soldados de la ONU para reforzar a los 7.000 miembros de tropas africanas, mal equipados, que están desplegados en Darfur, porque, según dice, se trata de "neocolonialismo". El presidente sudanés afirmó que en el conflicto civil que sufre el país han muerto sólo 10.000 personas, en lugar de las varias decenas de miles -hasta 200.000- de las estimaciones internacionales.

Bashir agradeció el apoyo de China frente a la presión occidental, en una crisis que EE UU ha calificado de "genocidio". A pesar de las críticas internacionales, Pekín, que ha importado este año 14 millones de barriles de petróleo de Sudán y tiene allí fuertes intereses empresariales, se ha negado al envío de las fuerzas de pacificación sin el visto bueno del Gobierno sudanés.

China dice que su política exterior se basa en la no ingerencia en los asuntos internos de otros países. Pero la creciente presión internacional y de organizaciones de derechos humanos sobre su papel en la crisis humanitaria, ha hecho mella y ha llevado a las autoridades a dar un toque de atención a Bashir. Durante el encuentro que el presidente chino, Hu Jintao, ha mantenido con él, le ha dicho que espera que "dialogue con todas las partes, ajuste su posición y haga más esfuerzos para alcanzar una solución adecuada" y "mejorar la situación humanitaria".