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Entrevista:Giorgio Armani | Diseñador

"Lo más bello es ser real e independiente"

Armani (Piacenza, 1934) va de negro pero, siendo preciso, hay que decir que lleva en sus prendas ajustadas varios matices del anticolor por excelencia, a veces más concentrada la tinta, otras sutilmente empolvado.

A su alrededor se mueve una compleja logística de colaboradores inmediatos que va y viene colocando estratégicamente un café o alejando unos focos demasiado despiadados. Armani ha convertido su nombre en sinónimo de perfección y libertad individual: es su lucha, de ahí sale toda la contagiosa energía que impregna el aire.

Pregunta. Para llegar hasta aquí orgulloso de la independencia de su empresa han debido pasar muchas cosas, algunas muy amargas...

Respuesta. No le quepa duda. Pero la cosa más bella que existe es ser real y verdaderamente independiente. Y serlo de muchas cosas: de la banca, del sistema de la moda, de las presiones mediáticas.

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P. Es decir, usted pone distancias.

R. Yo tengo una visión de la moda que se articula con los procesos que suceden en torno. La filtro entre cientos de respuestas de la sociedad.

P. ¿La base es una estructura piramidal creada alrededor del jefe?

R. No siempre. Los elementos empresariales se articulan hoy día de forma compleja para cumplimentar las necesidades que, como puede imaginar, son altamente complicadas y competitivas. Hay que pensar que, en realidad, sí estamos en el mundo globalizado.

P. ¿Y también de la propia imagen?

R. Eso es más complejo todavía. El sistema impone un largo desarrollo de tensiones y reflejos. El mundo de la moda es ahora, y me atrevo a decir que ha sido siempre, así. El poder de los grandes grupos se enfrenta de lleno a las propias ideas. Eso lo llamo la capacidad de la imagen. Y la verdad es que el hombre y la mujer deben adaptarse aún en confrontación con el sistema. En esto reside uno de los poderes reales y primeros de la moda.

P. Usted ha repetido muchas veces la frase "mi trabajo es mi vida". ¿No llega la hora de descansar un poco?

R. Las tareas empiezan al amanecer, de la mañana a la noche y no exagero; los domingos trabajo solo y la gran verdad es que mis amigos son mis colaboradores.

P. Hay una sobrevaloración del papel de la publicidad en la moda, esto es real.

R. Es un fenómeno actual que tiene aproximadamente 10 años y donde no importa el producto. Eso es enormemente desleal e injusto con el consumidor, y responde a puras estrategias de mercado donde la moda propiamente dicha importa poco. Por ejemplo, tomemos un nombre de una marca, la prensa del sector se encarga de auparla y de insertarla entre las exigencias más prometedoras, y esto también es injusto.

P. El marchamo que habla de la estética como "nueva modernidad, nueva elegancia" ha dado, en su caso, resultados sorprendentes.

R. Es mi filosofía y donde la elegancia no puede circunscribirse sólo a los aspectos convencionales. Por ejemplo, que una mujer lleve una flor en el ojal de su chaqueta o que un hombre vaya necesariamente con corbata, chaleco y americana. La cultura de la elegancia del hombre es probablemente la que más se ha renovado y se ha convertido en emblemática, teniendo ya asumido que a veces en camiseta y vaqueros se puede ser elegante.

P. Tadao Ando cuando hizo el Teatro Armani en Porta Génova recibió, y usted de paso, algunas críticas emponzoñadas.

R. El trabajo de Ando me gustaba mucho desde siempre. Encontraba que su lenguaje había conseguido aunar los elementos más significativos de la arquitectura industrial, con esa superficie de cemento gris pulido y discretas láminas de agua. Eso era justo lo que buscaba, conseguir una visión moderna donde la construcción se mantuviera en los límites del contenedor. No quería un arquitecto que fuera estrella o protagonista, sino que lo que hiciéramos no compitiera con el vestido, que era el fin último y primero de la exhibición.

P. Eso despertó críticas y recelo en los arquitectos milaneses.

R. Es lógico, pero han pasado unos años y ahora todo el mundo encuentra los espacios creados por Ando magníficos.

P. ¿Puede decir lo mismo de la experiencia milanesa de la calle Manzoni 31?

R. Francamente, no. Llegamos a hacer hasta tres proyectos y finalmente ejecutamos, pero no estoy totalmente contento. El resultado de Manzoni 31 ha sido también espectacular y ejemplar. Hay que ver cómo la gente va allí a ver y a dejarse ver, hay una circulación dinámica que te lleva de la tienda de flores a la librería, al restaurante o a los mostradores del Emporio, y eso está muy bien.

P. ¿Piensa repetir en otro sitio un megacentro como ése?

R. Sí, estamos en ello y naturalmente la ciudad que lo pide es Nueva York.

P. Pronto saldrán a la venta las líneas de cremas masculinas. ¿Se ha implicado directamente también en esto?

R. Naturalmente. Ya es cosa del pasado aquello de que los hombres no debían usar cremas ni tener su propia cosmética. Antes de fin de año lanzaremos en paralelo hombre y mujer, y estoy experimentado con una nueva crema que le puedo asegurar que es magnífica.

P. Su experiencia como diseñador teatral en el ballet ¿qué le ha dejado?

R. Recuerdo con mucho placer y gratitud el trabajo que hice en Hamburgo con John Meumeller para celebrar sus 20 años al frente del ballet de esa ciudad y de su teatro; pero también están los primeros trajes que hice para las chicas de la compañía de Joaquín Cortés que eran negros forrados en blanco y que al moverse conseguían figuras de una enorme belleza. La danza es un terreno de experimentación que permite al modista volar en imaginación y recursos.

P. ¿Qué actitud tiene usted ante las falsificaciones?

R. Yo le puedo decir que mi actitud en esto ha cambiado también y miro con cierta indulgencia a quien se acerca a Armani a través de una falsificación, y que eso le pone en contacto con nuestra idea, con nuestra marca y nuestro estilo, y ojalá tenga la posibilidad de dar el salto al consumo de lo verdadero.

P. El proyecto Red ha tenido también una aceptación y repercusión enormes.

R. Esto es una actividad muy seria que nos compromete a todos con los más desfavorecidos, pues el 40% de todo lo que se vende de esa línea va destinado a garantizar el futuro de los más pequeños; eso empezó hace tiempo con el cantante Bono y poco a poco le fuimos dando forma. Es un proyecto de futuro que cada vez será más grande, que cada vez tendrá nuevos gestos y nuevos compromisos. No podemos mantenernos indiferentes ante los problemas del mundo contemporáneo y lo que sucede, tanto a nuestro alrededor como a nuestra espalda. Es cierto que dentro de la cultura europea que nos ha tocado vivir cada vez hay una concienciación mayor con estos problemas, y soy de la opinión de que debemos implicarnos a fondo y sin reservas."Las tareas empiezan al amanecer, de la mañana a la noche, y no exagero; los domingos trabajo solo" "La elegancia del hombre es la que más se ha renovado, teniendo ya asumido que a veces en camiseta y vaqueros se puede ser elegante"

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