Salud pide a la Unesco que declare patrimonio la dieta mediterránea

El Fórum acoge a más de 1.500 especialistas en nutrición de todo el mundo

Barcelona - 29 sept 2006 - 00:00CEST

La Generalitat propondrá a la Unesco que la dieta mediterránea sea patrimonio de la humanidad, según avanzó ayer la consejera de Salud, Marina Geli, durante la inauguración del congreso de Salud Pública y Nutrición. Este evento reunirá hasta el sábado a más de 1.500 médicos y nutricionistas en el Fórum de Barcelona. Entre los principales temas que se tratarán, destaca el incremento de las personas obesas y con sobrepeso en los países desarrollados.

La consejera de Salud aseguró que la obesidad se ha convertido en "una epidemia" a la que hay que combatir. Y este combate pasa por fomentar los hábitos saludables entre los ciudadanos. Lo que es lo mismo: la dieta mediterránea. Geli recordó que cuenta con el pleno apoyo del Gobierno central en su iniciativa de que la Unesco la declare patrimonio de la humanidad.

El 38,9% de los catalanes tienen sobrepeso y el 16% tienen obesidad, según la última encuesta sobre nutrición de la Generalitat, que se realizó en 2003. Los expertos estiman que actualmente el 13,9% de la población infantil es obesa, una cifra que se triplicado en 20 años. Los especialistas en nutrición recuerdan que la obesidad y el soprepeso no son un problema sólo estético. El exceso de peso eleva el riesgo de sufrir determinadas patologías, entre ellas, diabetes, hipertensión, determinados tipos de cánceres y enfermedades cardiovasculares, que son las que causan más muertes en España.

Los datos de la Generalitat reflejan que durante los últimos años los hábitos alimentarios han cambiado. Se ha incrementado el consumo de productos industriales: bollería y alimentos precocinados. Por contra, ha disminuido el de carne, pescado, frutas y verduras. Aunque no todos los datos son negativos, ya que durante la última década se ha registrado un incremento del consumo de aceite de oliva, frutos secos -con probados beneficios cardiovasculares- y productos lácteos.

Salud recuerda que una alimentación sana no requiere de pautas complejas. Más bien lo contrario. Entre ellas, comer cinco raciones de fruta y verdura al día, escoger el aceite de oliva para cocinar, reemplazar la leche entera por la desnatada, aumentar el consumo de pescado y reducir el de embutidos, bollería industrial y carnes grasas.

"Hay que hacer un buen reparto de los alimentos en las tres comidas tradicionales y evitar el exceso de calorías", expresó el doctor Lluís Serra, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y máximo responsable de este congreso. Serra recordó la paradoja que se da en el mundo en lo que a alimentación se refiere: en Occidente se disparan los episodios de sobrepeso y obesidad, y en el tercer mundo, los de malnutrición.

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Dietistas virtuales

Los avances tecnológicos también han llegado al campo de la nutrición. En el congreso de Barcelona se presentó ayer un proyecto que consiste en la creación de un sistema informático que permita a los usuarios saber si los alimentos que compran en el supermercado, cocinan en casa o consumen en un restaurante se adecuan a los parámetros de una alimentación sana. En este experimento europeo participan diferentes universidades españolas, entre ellas, la de Barcelona y la Politécnica de Valencia.

Este programa pretende incorporar en los carros de la compra de los supermercados una pequeña pantalla táctil con un código de barras. El usuario introducirá una clave y para saber si los alimentos que quiere comprar son los indicados o no para su salud, pasará sus códigos de barras por un lector. Esto, según los promotores, puede ser muy útil para diabéticos, hipercolesterolémicos, obesos e hipertensos, por ejemplo.

El usuario también podrá consultar estos datos a través de su teléfono móvil, mediante el cual también recibirá consejos de su médico. El teléfono le recordará, asimismo, si toma la medicación correspondiente.

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