Reckitt obtuvo una recalificación de terrenos millonaria un mes antes de anunciar el cierre

La Diputación de Vizcaya dio el pasado 9 de agosto el último paso en la recalificación de unos terrenos de Reckitt Benckiser en Güeñes para construir 148 viviendas viviendas. La multinacional anunció el pasado lunes el cierre irrevocable de su planta en la localidad vizcaína. Los terrenos habían sido adquiridos por la empresa en febrero de 1999 por 780.000 euros y fueron vendidos por seis millones a una constructora en una subasta pública. Los trabajadores protagonizaron ayer una concentración en contra del cierre y criticaron el conformismo de las instituciones.

La recalificación urbanística responde a un convenio firmado por la empresa y el Ayuntamiento, según informó ayer El Correo. Para justificar el cambio de uso de los terrenos, el Ayuntamiento alegó que era de "interés general atender el incremento de demanda de suelo residencial y de dotaciones equipamentales experimentada en la zona". El convenio suscrito por ambas partes el 3 de mayo de 2005, fija la posibilidad de construir 148 viviendas, la mitad de ellas de protección oficial y el resto libres. La multinacional se compromete a ceder los terrenos convenientemente urbanizados.

A cambio, el Ayuntamiento renuncia a su derecho a disponer del 10% del suelo afectado. La edificabilidad total de la zona es del 50% de la superficie, lo que supone cerca de 15.000 metros cuadrados, lo que equivale a una media de unos 100 metros cuadrados edificados por vivienda. El número máximo de plantas será de cuatro, más el sótano, y el uso predominate será el de vivienda colectiva, según especifica el convenio.

Reckitt se hizo con la propiedad de estos terrenos con la intención de ampliar sus instalaciones, un objetivo que finalmente no realizó al no conseguir un cambio en 1999 en la calificación del suelo de no urbanizable general a urbano industrial. En 2002 la Diputación suspendió el cambio realizado por el Ayuntamiento. En 2005, la empresa solicitó el cambio a suelo urbano residencial, algo que se cerró el pasado agosto con el aval de la Diputación, que aprobó la modificación de las normas subsidiarias.

Manifestación

La compañía no se plantea trasladar a los trabajadores de la multinacional a otras empresas del grupo. Las prejubilaciones serán puntuales, porque la media de edad de la plantilla oscila entre los 40 y las 45 años. Los trabajadores se concentraron ayer en Güeñes para protestar por el cierre que consideran no está justificado. Más de doscientas personas acudieron a la manifestación que recurrió la localidad desde el frontón hasta el Ayuntamiento, y vuelta. Todos los partidos apoyaron la marcha en la que se pidió a las instituciones que no aceptaran el cierre y pensaran en el futuro industrial de la comarca. Los manifestantes corearon gritos como "Instituciones, implicación" o "Nos cierran por la puta cara". La clausura de la planta de artículos de limpieza e higiene supone el despido de sus 190 trabajadores. La producción será trasladada a Polonia, Portugal y Reino Unido. La decisión no tiene marcha atrás y la compañía la justifica en cuestiones de transporte, logísticas y de abaratamiento de costes. Ahora trabaja en buscar la recolocación del personal que se queda en otras la calle en otras empresas de la comarca.