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El futuro de la inmigración

Los traficantes asiáticos eligen Canarias para introducir inmigrantes en Europa

El Gobierno intenta repatriar rápidamente a 165 orientales llegados en un barco a Tenerife

El Gobierno decidió ayer por la tarde desembarcar a los 165 sin papeles asiáticos que habían sido localizados 24 horas antes a bordo de un barco al sur de Tenerife. Fueron alojados en una nave del puerto de Santa Cruz, adonde fue remolcada la embarcación, mientras el Gobierno hacía gestiones diplomáticas para repatriarlos de forma inmediata. Anoche, un segundo barco se dirigía a las islas con otros dos centenares de inmigrantes, lo que confirma que los traficantes de Asia también han elegido el archipiélago canario como puerta de entrada a Europa.

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El último precedente de la utilización de esa vía por inmigrantes asiáticos es la aparición, el 6 de junio, del barco Annat TG-99 frente a las costas de Chipiona, en Cádiz. A bordo viajaban entonces 216 inmigrantes, la mayoría de los cuales procedía, supuestamente, de Pakistán. En principio, los pasajeros aseguraron que se dirigían a Grecia, pero la policía averiguó que su objetivo era Canarias. El buque era buscado desde abril, ya que el Ministerio del Interior sospechaba que se dedicaba al tráfico masivo de inmigrantes, y había sido avistado, con otro nombre, en dos ocasiones, el 1 de abril y el 17 de mayo, rumbo a Canarias. En esta ocasión, los vientos alisios lo habían desviado del archipiélago. Por eso acabó en Cádiz.

Un informe restringido elaborado en julio por la Oficina Regional de África Central y Occidental y por la Sección de Investigación y Análisis en Crimen y Drogas de Naciones Unidas (ONU) señala que cada vez más inmigrantes procedentes de India, Pakistán y Bangladesh eligen África como escala en su tránsito hacia Europa.

Hasta hace poco, el tráfico se concentraba en el norte de Malí, concretamente en las ciudades de Kidal y Tombuctú, adonde los paquistaníes y bangladesíes llegaban en avión. Cruzaban el río Níger en Didi, cerca de Ber (en Tombuctú), y entraban en el Sáhara Occidental desde Mauritania. En la costa del Sáhara eran embarcados en pateras, rumbo a Canarias.

Paquetes de viaje completos

Pero desde que Marruecos endureció el control sobre el Sáhara y comenzó a repatriar masivamente o a abandonar en el desierto a los inmigrantes, las vías de acceso a Canarias han cambiado. El informe de la ONU desvela la venta en Pakistán de paquetes de viaje completos por 12.000 euros. Incluyen el viaje en avión hasta Guinea-Bissau, Guinea Conakry y Burkina Faso, y el traslado a Canarias en un barco destartalado o en un cayuco.

Cuando aún no se había resulto la situación de los 165 ocupantes del pesquero Al-Mari (Los Desesperados, en lengua urdu), ya se tenían noticias de que a día y medio de navegación de Canarias se encontraba un segundo barco con otros dos centenares de personas asiáticas rumbo al archipiélago.

La primera impresión de la policía es que los sin papeles llegados ayer a Canarias proceden de Pakistán, de Sri Lanka e India, que han navegado durante semanas desde que embarcaron en un punto por determinar del África Occidental. Los 18 que fueron trasladados a tierra la noche del jueves aseguraron que llevaban entre cuatro y cinco días sin probar bocado, pero el aspecto general de sus decenas de compañeros era bueno. De los cuatro trasladados a centros sanitarios de la isla, sólo uno permanecía ingresado anoche. Al menos cinco tripulantes, de origen subsahariano, pasaron a disposición policial.

A las cinco menos cinco de la tarde, casi 24 horas después de que fueran localizados, los agentes recibieron la orden de desembarcar a los inmigrantes. Primero, los cachearon, después pasaron a un hospital de campaña para un reconocimiento médico completo y, finalmente, los introdujeron en un almacén logístico en las mismas instalaciones portuarias. Allí permanecerán hasta que se decida su futuro.

El barco no tiene bandera, ni libro de navegación, ni documentación. "Por fuera estaba recién pintado, pero dentro era una bañera putrefacta y herrumbrosa", declaró Antonio Padrón, capitán marítimo de Santa Cruz de Tenerife.

Algunos datos aportados por Padrón apuntan a las intenciones de la tripulación: el pesquero no tenía timón. Los expertos concluyen que los subsaharianos al mando de la nave lo arrancaron cuando vieron tierra. Probablemente querían huir en el único bote pequeño que había y dejarían a los inmigrantes a la deriva para evitar que pudieran navegar por su cuenta.

Inmigrantes del <i>Al-Mari,</i> a bordo del buque poco antes de ser desembarcados.
Inmigrantes del Al-Mari, a bordo del buque poco antes de ser desembarcados.ASSOCIATED PRESS

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