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El futuro de la inmigración

El Ministerio del Interior traslada a Madrid y a Málaga a otros 118 subsaharianos desde Canarias

Dos vuelos con 59 senegaleses cada uno despegaron ayer desde la isla de Fuerteventura con destino a Madrid y Málaga, mientras, simultáneamente otros tres aparatos despegaron de esa isla rumbo a San Luis con otros 180. Sólo en el día de ayer, además de los 165 asiáticos del barco Al-Mari, llegó a Canarias un cayuco con 52 subsaharianos, mientras la policía busca a los ocupantes de una patera descubierta en Gran Canaria con cuatro menores magrebíes.

Los senegaleses que se trasladan desde el centro de internamiento de extranjeros de El Matorral hasta el aeropuerto de Fuerteventura, con destino a San Luis, se muestran, antes de embarcar en los aviones, "tristes porque han visto su sueño truncado, pero muy tranquilos", confirmaron portavoces de dos sindicatos policiales. En ninguno de los vuelos hay constancia de altercados.

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Los inmigrantes reciben un sobre con cuatro documentos (salida del centro de internamiento, prohibición de entrar en España, auto judicial y copia de los análisis clínicos). Los sindicatos policiales insisten sobre el "peligro real" y la "situación explosiva" que sufren unos pocos agentes al frente de miles de inmigrantes en los centros de internamiento y campamentos militares. Concretamente sólo siete agentes custodian a los 2.200 inmigrantes del centro de internamiento de El Matorral (Fuerteventura); en Gran Canaria sólo cuatro vigilan a los 120 en Barranco Seco y otros cinco están en el campamento militar de La Isleta para 1.350 sin papeles. En Tenerife, cinco vigilan a los 1.351 que se apelotonan en el centro de Hoya Fría (con capacidad sólo para unos 300 internos), otros seis agentes más vigilan a 3.325 en el cuartel de Las Raíces y tres policías atienden a los 1.500 que duermen en los garajes de la comisaría del sur de la isla. En total, 33 policías para 9.486 inmigrantes. Preguntados sobre la llegada de agentes de otros puntos del país, matizaron que sólo sustituyen a otros compañeros y no suponen un aumento de la vigilancia.

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