El Papa recuerda en Baviera los atentados y reza por la paz
El papa Benedicto XVI tuvo ayer un recuerdo para los atentados del 11-S. "A los cinco años del ataque terrorista al World Trade Center de Nueva York rezamos por la paz en el mundo", fue una de las peticiones que se realizaron durante la misa oficiada ayer por el pontífice en el santuario de Altötting, en Baviera. Por otra parte, el Papa reconoció la escasez de sacerdotes en la Iglesia católica.
La preocupación de Benedicto XVI por la secularización de Europa quedó de manifiesto ayer, en las palabras que dirigió a seminaristas y religiosos en la basílica de Santa Ana, en Altötting, la localidad que alberga el santuario mariano más importante de Alemania. La falta de sacerdotes "que recojan la mies" del Señor, no es sólo preocupante en el Tercer Mundo, dijo, sino en Occidente, en países como Alemania o Rusia, donde ahora, en "estos problemáticos tiempos" se necesita también la predicación del Evangelio.
La visita de Benedicto XVI a Altötting -donde se venera a la Virgen Negra junto a los corazones de los príncipes bávaros guardados en urnas de plata-, y a su casa natal de Marktl Am Inn -a un centenar de kilómetros al este de Múnich- tenía un carácter casi doméstico. Regresaba una vez más a esta región de prados verdes donde nació, en una casa similar a las que se asoman a las carreteras. Casas de campesinos ricos, adornadas con balconadas de madera repletas de flores, en mitad de campos ordenados, silenciosos, limpios, donde se mantiene viva una fe católica que recuerda más a la profunda Polonia que a la Alemania de la Reforma. La escasez de sacerdotes se siente poco en esta diócesis de Passau, de algo menos de 600.000 habitantes, con un 90% de católicos, aunque en Berlín no es raro que un solo sacerdote atienda tres iglesias.
Constitución europea
De Baviera parten las presiones más fuertes para que la Constitución europea haga mención a las raíces cristianas de Europa. El presidente de este land, el social-cristiano Edmond Stoiber, que acompaña al Papa en su recorrido por la región, se declaró ayer convencido de que tras las próximas elecciones presidenciales en Francia, en las que prevé el triunfo del candidato conservador, Nicolas Sarkozy, pueda replantearse la cuestión, esta vez con éxito.
En el programa de esta visita a Baviera, el Papa tiene previsto oficiar una misa multitudinaria en Ratisbona, donde celebrará las Vísperas con representantes de las iglesias protestantes y ortodoxa, en el que puede ser el momento fundamental de su viaje, al menos desde un punto de vista religioso. El miércoles lo pasará en privado con su hermano, el sacerdote Georg Ratzinger, en la casa donde vivió con sus padres en los suburbios de Ratisbona. El jueves, Ratzinger regresará a Roma después de un breve encuentro con diáconos y seminaristas en Freising, la ciudad donde estudió, y donde fue ordenado sacerdote en 1951.
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