La primera semana sin tabaco en los bares se salda con 50 denuncias

La última fase de la ley antitabaco, la que afecta a los locales de hostelería de más de 100 metros cuadrados, arrancó el pasado 1 de septiembre a medio gas. De los aproximadamente 60.000 bares y restaurantes de más de 100 metros cuadrados que podían haber creado zonas para fumadores, menos de la mitad ha hecho algún tipo de reforma, según el representante de la Federación Española de Hostelería y Restauración, José Luis Guerra.

Una semana después, en el resto de los establecimientos predomina "la vista gorda", con la excepción de las grandes cadenas y franquicias, afirma el presidente de la Comisión Nacional de Prevención del Tabaquismo, Rodrigo Córdoba. Esta organización médica, firme defensora de la ley, calcula que "el cumplimiento de la ley está siendo bajo y muy irregular, con entre un 10% y un 50%" de los locales de más de 100 metros cuadrados adaptados dependiendo de las comunidades.

Las asociaciones de consumidores y otras dedicadas exclusivamente a luchar por conseguir que se respeten los espacios sin humo, como Nofumadores.org, han presentado o están preparando apenas medio centenar de denuncias por el incumplimiento de la norma, sobre todo en Madrid y Andalucía.

Escasez de denuncias

El director de comunicación de la Asociación Nacional de Empresarios por la Calidad del Ocio (ECO), Vicente Pizcueta, ha afirmado que "al menos en los locales de ocio nocturno, no se ha notado una incidencia significativa en la petición de hojas de reclamaciones" por los usuarios. "La sociedad no está por la labor de denunciar", coincide el presidente de Fumadores por la Tolerancia, Álvaro Garrido.

Entre las comunidades que más interés han puesto en implantar la ley, Córdoba cita a Cataluña y Asturias. En el extremo opuesto figuran Madrid y la Comunidad Valenciana. Esta última es la única que ha desarrollado, de momento, un reglamento específico para aplicar la ley [el Ministerio de Sanidad insiste en que no hace falta, aunque el viernes la ministra Elena Salgado matizó que suponían "un paso adelante"]. En la norma valenciana se suavizan los requisitos de la ley, que impone que los espacios sin humo deben estar completamente separados de los demás. El Ministerio de Sanidad ha recurrido la ley.

Otras comunidades que, de alguna manera, ponen trabas a la norma son Castilla-La Mancha y el País Vasco.

El coste del servicio de inspección ha sido otra de las excusas esgrimidas por los consejeros de la Comunidad Valenciana, Rafael Blasco, y Madrid, Manuel Lamela, para no perseguir a quienes incumplan la norma.

Pero este argumento no convence a las asociaciones partidarias de que se restrinja el consumo de tabaco en lugares públicos. "Bastan los mismos inspectores de Sanidad que vigilan, por ejemplo, la manipulación de los alimentos o sus condiciones de almacenamiento", afirma la presidenta de Nofumadores.org, Raquel Fernández Megina.