"El sida debe incluirse en la ayuda exterior"

La ministra de Sanidad española, Elena Salgado, es una de las pocas responsables sanitarias de la UE que han asistido a la XVI Conferencia Internacional sobre el Sida que se celebra esta semana en Toronto.

Pregunta. Usted acaba de participar, junto a otros ministros, en la reunión con el director general de la agencia de la ONU contra el sida (Onusida), Peter Piot. ¿Cuáles fueron las principales preocupaciones que se manifestaron en ese encuentro?

Respuesta. Hablamos de los mensajes que tienen que quedar claros tras esta reunión. La visión de Peter Piot es que en el sida hay que establecer estrategias a largo plazo, a 25 años, y que la vacuna no parece que se esté cerca, y ésta última es una de las pocas sombras de esta reunión. En cambio, están los microbicidas. Hay 16 probándose y parece que alguno con suficientes posibilidades de convertirse en un método de prevención eficaz para las mujeres. En esa reunión también tuvo mucha relevancia el tema de la financiación, que fue destacado también por Bill Gates en la inauguración.

P. ¿Qué conclusiones destacaría?

R. Sobre todo hay dos temas claros: uno, que al hablar de sida no se puede hablar sólo de tratamientos, sino de prevención. Y segundo, que tiene que cambiar el estatus de las mujeres. Tienen que poder decidir sobre su estado de salud. También es importante hacer hincapié en la necesidad de que los países ricos no detraigan recursos sanitarios de los pobres. Es decir, no puede ser que un país africano se gaste mucho dinero en formar a una enfermera para que luego se la lleve Reino Unido porque le paga más. Hay que llegar a algún compromiso sobre eso.

P. ¿Qué estrategia cree que se debe promover para la luchar contra el sida?

R. Se está revisando la llamada estrategia de prevención ABC

[en inglés, abstinencia, ser fiel y condones]. Yo me quedo con una A modificada, entendida en vez de como abstinencia como un retraso en el inicio de las relaciones sexuales. La B ya se ha visto que no sirve para muchas mujeres. Y ha quedado descartado para siempre el debate sobre la utilidad de la C, los condones, porque no ha habido ninguna voz en contra. Y yo añadiría la D de ayuda al desarrollo, de incluir el sida en las políticas de ayuda exterior. Falta por aclarar el tema de la voluntariedad de la prueba del sida. Hay países que defienden que se debe hacer aunque no se pueda ofrecer tratamiento después o sin el llamado counselling (asesoramiento). Este tema no está resuelto y quedará para la próxima cumbre, que se celebrará en México en 2008.