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Guerra en Oriente Próximo

Un bombardeo israelí derriba seis edificios en el sur de Beirut

Los refugiados libaneses se preparan para volver cuando se confirme la tregua

Guillermo Altares

Una lluvia de misiles cayó a primera hora de la tarde sobre Haret Hreik y Rueis, barrios chiíes del sur de Beirut que hasta ahora no habían sido bombardeados. Se derrumbaron seis edificios de viviendas. "Al menos dos niños han muerto y 14 heridos fueron llevados a un hospital", afirma Mohamed Manluk, portavoz de la High Relief Comission, dependiente del Gobierno libanés. "Sabemos que hay un número importante de personas bajo los escombros", añade.

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Miembros de los servicios de socorro trabajaban anoche sobre los escombros con el peligro añadido de que, como ocurrió a las siete de la tarde, se produzcan nuevos ataques. El recrudecimiento de los bombardeos en pleno día, cuando hasta ahora casi siempre se habían producido en la madrugada, no ha hecho más que aumentar el escepticismo de los desplazados sobre el éxito de la tregua que debe entrar hoy en vigor. La inmensa mayoría quiere regresar cuanto antes; aunque las organizaciones humanitarias están convencidas de que no se producirá un retorno masivo hasta que se confirme el cese de las hostilidades.

Ahmed Anze, un desplazado chií de 40 años que huyó de Tiro al principio de la ofensiva israelí, da de comer a su hija Suad, de cinco años, en el hospital Makased de Beirut. Los médicos tienen previsto dar de alta a la niña y la intención de Anze es salir hoy hacia el sur, el mismo día en el que entra en vigor el alto el fuego. "Yo trabajo la tierra, vivo de la tierra, ¿dónde voy a estar mejor que bajo mis árboles?", asegura Anze, que, sin embargo, admite que el retorno depende de hallar un medio de transporte.

Una cuarta parte de los cuatro millones de libaneses se han visto obligados a abandonar sus hogares por las hostilidades. Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) están preparando una operación para un previsible retorno en los próximos días, pero no de forma inmediata. Muchos esperarán hasta que las garantías de seguridad sobre el terreno sean suficientes. El hecho de que el Gobierno libanés se mostrase anoche dividido sobre un punto clave de la resolución 1701, el desarme de Hezbolá, no hace más que añadir incertidumbre a la situación.

"No creo que se produzca un retorno masivo en breve", señala desde Sidón Jean-Christophe Saint-Esteban, del Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL), una ONG española que ayuda a 2.000 familias de desplazados. "La gente está deseando volver, pero todavía no hay suficientes garantías. Creo que esperarán unos 10 días, hasta el despliegue de las tropas internacionales y la retirada israelí", agrega. Aunque cesen los combates, además del estado ruinoso de la red de carreteras, las bombas sin explotar representan un problema enorme.

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En otro hospital de Beirut, el Centro Médico Rafik Hariri, Yasmine, de 45 años, cuida de su madre, Fatme, de 84, que fue rescatada hace ocho días con las piernas rotas de los escombros de su vivienda derrumbada en un bombardeo en el barrio de Dahie. Muchos desplazados en la capital se encuentran a sólo unos minutos de sus casas. "Todavía no me creo que vaya a venir la paz, no me atrevo a volver", señala.

Por la mañana, en los suburbios arrasados durante los 33 días de ataques israelíes se vivía un ambiente un poco menos tenso que las jornadas anteriores. Los vehículos se movían más despacio, los militantes de Hezbolá encargados de vigilar la zona parecían más relajados y algunos habitantes se aventuraban a recoger enseres o a comprobar el estado de sus propiedades como Zaina Bravá, una mujer que se adentraba caminando en medio de los escombros hacia su casa.

Pero era una falsa impresión: a las 14.50 (una hora menos en la España peninsular) pudieron escucharse casi 20 explosiones en menos de un minuto. El hecho de que fuesen alcanzadas viviendas en una zona, Rueis, que hasta ahora no había sido prácticamente tocada, hace temer que pueda haber un número importante de víctimas bajo los escombros. Pero la caída de la noche y la posibilidad muy elevada de que se produzcan nuevos bombardeos hace casi imposible continuar con las labores de rescate, ni conocer el número de víctimas. Y también pensar en que el cese de las hostilidades previsto para hoy se convierta en realidad.

Rescate de una víctima de los bombardeos isralíes de ayer en los suburbios del sur de Beirut.
Rescate de una víctima de los bombardeos isralíes de ayer en los suburbios del sur de Beirut.ASSOCIATED PRESS

LLUVIA DE MISILES

- Israel bombardea los barrios chiíes del sur de Beirut que no había atacado hasta ahora desde el comienzo de la guerra

- Una cuarta parte de los cuatro millones de libaneses se ha visto forzada a dejar sus hogares

- El Gobierno libanés se mostraba anoche dividido sobre el desarme de Hezbolá, punto clave de la resolución de la ONU

- El estado ruinoso de las carreteras es un problema para el regreso de los desplazados

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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