EE UU sanciona a empresas rusas por la venta de armas a Irán

Rusia ha reaccionado con sorpresa y rechazo a las sanciones impuestas por el Departamento de Estado de EE UU a Rosoboronexport (el monopolio estatal de la exportación de armamento) y la empresa aeronáutica Sujói (fabricante de aviones de combate), por ayudar supuestamente a Irán a conseguir armas de destrucción masiva. La medida, cuyo alcance y motivos están aún por determinar, añade un motivo más de acritud a la fría relación entre Moscú y Washington, tras el fracaso de las negociaciones bilaterales para el ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio y las rivalidades en el espacio post-soviético.

Las sanciones se basan en una legislación que prohíbe a las empresas estatales norteamericanas cooperar con compañías que ayudan a Irán a conseguir armas de destrucción masiva. Las dos compañías rusas sancionadas forman parte de una lista junto con otras cinco: dos de India, dos de Corea del Norte y una de Cuba. "Puedo decir con toda certeza que estas sanciones no tienen ni la más mínima relación con el tema de no proliferación", dijo ayer el ministro de Defensa, Serguéi Ivanov. Por su parte, el Ministerio de Exteriores había difundido antes un comunicado en el que se consideran "inaceptables" las sanciones.

"Semejantes sanciones, que EE UU introduce de forma unilateral contra otros países y sus organizaciones, es un evidente anacronismo político y legal. Tanto más cuando tales acciones se emprenden con pretextos imaginados", afirma el comunicado. "De hecho, EE UU castiga a sus propias compañías, privándolas de la posibilidad de cooperar con las empresas de vanguardia rusa".

Titanio para Boeing

Rosoboronexport, que está comprando el 70% de la productora de titanio VSMPO-Avisma, podría encontrarse con problemas para suministrar este metal a la Boeing, el principal cliente de VSMPO-Avisma. Por su parte, la empresa Sujói está realizando un proyecto conjuntamente con Boeing para construir un avión para trayectos regionales. El presidente de Sujói, Vadim Razumovski, dijo estar sorprendido por la decisión norteamericana, ya que las piezas de repuesto para aviones rusos fueron suministradas a Irán por última vez en 1998. Una fuente de Rosoboronexport comentó a Védomosti que las sanciones son un castigo a Rusia por sus proyectos de venta de armas a Venezuela por importe de 3.000 millones de dólares (2.345 millones de euros).

Rusia suministra "armas de carácter defensivo" a Irán, "incapaces de desestabilizar la situación en la región", señala Exteriores. Por su parte, Rosoboronexport ha hecho saber que los suministros de armas a Irán son "análogos a los de otras empresas extranjeras, de países de la OTAN". En un comunicado, Rosoboronexport afirma que las sanciones pueden tener "un efecto negativo sobre la relación ruso-norteamericana", además de suponer "un acto hostil en relación a Rusia y un intento de desestabilizar su colaboración militar y técnica con otros países".